Supongo que muchos de vosotros habréis tenido la oportunidad de soñar con algunos de vuestros parientes fallecidos. En mi caso, recuerdo perfectamente haber soñado con mi difunta abuela que, de manera graciosa, estaba limpiando mi casa mientras yo la insistía que debía marcharse ya al cielo. A lo que ella, de manera insistente, se resistía, hasta que finalmente tomó la silenciosa decisión de irse a la luz.
Hoy os voy a contar una historia en la que un conocido hablaba sobre los sueños que tenía sobre su abuela, su abuelo y su padre, de los que recibía visitas con una cierta frecuencia.
Por lo general a esta persona le daban mensajes. Pero todo cambió cuando al transcurrir cinco meses desde la muerte de su padre, llegó a recibir hasta cinco sueños en los que él aparecía en diversas escenas.
En una de ellas, su padre le defendía de una serie de personas que le estaban atracando en un sueño. Curiosamente, la edad que aparentaba su padre en aquel sueño era de unos treinta años y le dijo lo siguiente: “Yo siempre te protegeré”.
En otro de los sueños tuvo una acalorada discusión en torno a las circunstancias de la muerte de su padre debido a que su hermana y él decidieron retirar el soporte vital que le mantenía vivo en una situación muy lamentable.
Más recientemente, tuvo un sueño con él donde intentaba decirle algo. Las circunstancias fueron las siguientes: “Se encontraba en un restaurante con unos amigos sentado en una mesa. Podía ver como la puerta de aquel local estaba abierta y empezó a tener una conversación con esos amigos acerca de su padre. De pronto el padre apareció en la calle, lo podía ver perfectamente a través de la puerta. Era un día lluvioso y oscuro. Los coches en la calle parecían moverse como en una película a cámara rápida. Extrañamente podía ver a través de su padre como los faros de los vehículos pasaban a través de él. Era como si fuese translúcido.
En aquella escena, su padre caminaba a cámara lenta e iba vestido como normalmente él vestía. Su aspecto físico era similar al que tenía la última vez que fue al hospital. Confundido, le gritó: “¡Papá!”. Giró la cabeza e hicieron contacto visual. Inmediatamente le dijo una extraña y repetitiva frase: “Ten cuidado al cruzar la calle. Ten cuidado al cruzar la calle. Si no lo tienes, vas a terminar como yo. Vas a acabar como un vegetal. Ten cuidado al cruzar la calle”. Cuando se despertó, estaba muy asustado. El corazón le latía a mil y no pudo volver a dormirse.
Desde aquel día tuvo la sensación de sentirse obligado de manera insistente a decirle a sus hijos que tuvieran mucho cuidado cuando atravesasen las calles ya que quizá ese mensaje tuviese sentido.
La pregunta que me puedo hacer es si realmente nuestros parientes fallecidos se comunican con nosotros mientras dormidos. ¿Son estas manifestaciones más que meras conversaciones con nuestro subconsciente o realmente alguien habla con nosotros?
