Mundo Desconocido

Sincronicidades (II)

, , , , , , , ,

Como decía hace algunos días, las sincronicidades estudian los fenómenos de coincidencia. Fenómenos estos que no son relaciones entre la conciencia y el mundo exterior, sino entre el inconsciente colectivo (arquetipos) y el entorno.

Podueden definirse a los arquetipos como constituidos por el sedimento de las esperiencias colectivas que se han hecho inconscientes. Cuanto más profundo el arquetipo mayor la carga psíquica del mismo.

Sin pretender yo ser jungiano – dado que sólo expongo las conclusiones a las que llegase Jung, sin interpretarlas de ninguna manera – diré que estos símbolos, sólo se manifiestan en lo cotidiano de nuestras vidas de una forma no racional, producto de la tensión emocional del individuo.

Aconteció una vez que Jung trataba a una joven paciente que psicológicamente era inaccesible. Esto se debía a que pretendía saber las cosas mejor que nadie, amparándose en un racionalismo cartesiano tan afilado que le hacía percibir la realidad de tal forma que era geométricamente  imposible – geometría euclidiana – intentar un argumento crítico. Todo estaba perfectamente estructurado, sin ningún tipo de cabo suelto. Tal y como se da en ciertos casos de paranoia en el que el sujeto racionaliza in extremis cualquiera de las facetas de la realidad que percibe.

Dada la circunstancia, ante tal situación, Jung se resigno a la espera de que algún suceso irracional que no fuera explicable por la razón se produjera.

Un día, la joven se encontraba explicando a Jung un sueño que esa misma noche había tenido. Alguien le había regalado una joya de gran valor, concretamente un escarabajo de oro.  Al tiempo que la muchacha relataba su onírica experiencia, un insecto repiqueteaba en la ventana con afán de entrar en la habitación en que se encontraban. Jung abrió la ventana y por ella entró un ejemplar de Cetoceia aurata cuyo caparazón, capacitado para polarizar la luz, daba la impresión de estar hecho de oro.

Ejemplar de Cetoceia aurata.

Jung cogió al coleóptero y se lo entregó a la joven diciendo: «Aquí tiene su escarabajo».

Ante la imposibilidad de explicar tamaña coincidencia (conocimiento de lo ignoto, premonición sobre el porvenir), se abrió una brecha en el muro defensivo que permitió a Jung tratar a la muchacha con unos resultados más que satisfactorios.

Para los que sólo atienden al razonamiento – esos mismos que argumentan que las emociones son racionales – el caso referido sólo es una coincidencia producto del azar. Huelga decir que la casualidad es el argumento del ignorante. ¿Por qué se ha producido este hecho? Casualidad.

Jung se dio cuenta que estas mal llamadas casualidades sucedían de una forma normalizada a la concurrencia de ciertas circunstancias, por lo que resolvió el buscar una explicación distinta de la burda casualidad, desarrollando así su teoría de la sincronicidad.

Sincronicidad es un vocablo que define mejor que azar o casualidad a la coincidencia presente en diversos fenómenos que se caracterizan por causas complejas y no lineales (azar estadístico).

La teoría de sincronicidad de Jung se asienta en cuatro pilares básicos:

1.- Coincidencia: Que es cuando algo ocurre a un mismo tiempo, conviene en el modo, ocasión, forma u otras circunstancias ya sea por superposición, analogía o por otro medio cualquiera. Como se ha visto en el caso de la joven paciente la visión onírica del coleóptero dorado bien pudiera explicarse, no siendo así el hecho de la irrupción de un insecto de características similares tras el relato de la ensoñación.

2.- Emoción: La tensión emocional del sujeto – para que se entienda – puede invertir su rol de efecto de una causa para convertirse en causa de un efecto en base a un arquetipo. En el caso referido el aureo insecto habría actuado como señal o detonante del proceso emotivo que llevaría a la total curación de la paciente.

3.- Arquetipo: Cuya irracionalidad desencadena la emoción. En este caso sería el escarabajo que representa, simbólicamente, la renovación del individuo (nada de Satán y subnormalidades parecidas). En este caso representa el inicio de recuperación del sujeto paciente.

4.- Alteración de la noción del espacio-tiempo: En el ejemplo del escarabajo, la coincidencia de un estado psicológico con un acontecimiento externo que además se desarrolla en distancia y tiempo diferente aunque sincrónico, tal y como podría atestiguar un observador de la totalidad de la escena.

Jung conluyó a este respecto – aparte que el azar no existe como tal – que los arquetipos presentes en un determinado momento psicológico pueden ser coincidentes con el terreno de lo material, por lo que si el individuo fuera consciente de las sincronicidades y del significado de los propios arquetipos alcanzaría un estado cercano del conocimiento absoluto. Siendo las sincornicidades (y sus principios) una herramienta que permite entrever una faceta de la realidad que va más allá del simple racionalismo.

The following two tabs change content below.

JPN

Latest posts by JPN (see all)

17 comments

  1. Excelente tema JPN, sería bueno que cualquier información que pudieras agregarle en cuanto ejemplos u otras investigaciones será bien recibida, porque es un tema que realmente da mucho que reflexionar, sobre todo si lo aunamos con el tema descrito por JL con respecto «al secreto y como aplicarlo» y es que a mi modo de verlo es que las sincronicidades se dan dependiendo de tus propios pensamientos sin importar que sean conscientes o inconscientes y es por ello que es «necesario» hacer un esfuerzo de controlar lo que pensamos ya que los medios de comunicación nos llenan de mie… la cabeza y por eso se dan situaciones en nuestras vidas (que pudieron ser implantadas en el subconsciente) que a veces no podemos controlar.

    Un saludo a todo el equipo de MD, muy buen tema.

  2. Sobre este tema me gustaría comentar algo, en teoría nuestro calendario gregoriano es de origen babilónico, con unidades de medida irregulares y artificiales, doce meses repartidos en 28, 30 y 31 días arbitrarios, una frecuencia mecánica de 12:60 (doce meses, sesenta minutos) cuyo ciclo es exclusivamente solar, lineal y cronológico, en el que el tiempo es una función del espacio que altera el orden natural causando desigualdad y separación, cuando en realidad el tiempo es o debería ser una función de la mente.

    La frecuencia natural sería 13:20 (13+20=33) con un ciclo lunar, solar, planetario y galáctico del cual se cree fuimos «desconectados» hace aproximadamente 5.200 años. El número 13 corresponde a las articulaciones del cuerpo humano, el número 20 son nuestros dedos contando manos y pies, por último el número maestro 33, es la suma total de las vértebras en la espina dorsal.El tzolkin de los mayas utilizaba los códigos del tiempo natural, el 13 y 20 en un ciclo de 260 días de trece veintenas, su percepción del tiempo estaba basada en la sincronicidad, por el contrario la nuestra no es sincronológica, sino cronológica, por tanto estaríamos desconectados de las energías en el cosmos y de la Tierra. Me gustaría saber tu opinión (ya que no soy ningún experto en geometría sagrada o numerología) sobre la cuenta o calendario de las 13 lunas, que supuestamente sincroniza los calendarios lunares, la cuenta maya, las runas Futhark y los hexagramas del I Ching en una sola matriz maestra que contiene todos estos sistemas.

    Saludos al foro.

  3. JNP, un saludo para ti y este articulo me parece muy importante. Tambien el comentario de mytic es muy relevante. Un saludo tambien a todos en MD y Hasta el proximo articulo…

  4. Podría decirse que el caos así como el azar y la casualidad, son etiquetas dogmáticas que otorga una ignorancia soberbia.

    1. Buena recomendación, les dediqué hace no mucho tiempo una entrada en el blog que llevo al poco de verlos en Karbolarium, y sí, los disfruté 🙂

      PD: Se agradecen estos temas que publicas que por la razón que sea no se estilan demasiado en la red.

      1. Las gracias te las doy yo a tí/vosotros, por leerlos. No sólo no se estilan en la red, sino dentro de esta misma página. Menos mal que JL los considera de interés público. La respuesta es sencilla. Cuando nuestro cerebro, emociones por medio, entra en la dinámica del horror segrega sustancias que nos resultan atractivas. Por eso siempre cualquier tontería que hable del mal por venir tendrá más aceptación que algo realmente serio y preocupante. De ahí que existan vividores que vendan «anti-ilusión». Lo grotesco, a un 64% aproximado de la población, no sólo les parece bien sino que lo estiman necesario. Eso por no hablar de aquello de: «Yo se algo que tu no y si lo supieras…»
        De ahí que nunca me haya considerado un «despierto» o un «defensor de la verdad» (que dicho sea así es como se define así mismo un terrorista), o no comulgue con cosas que parecen solución cuando lo único que son es la perpetuación de lo aborrecible del hombre y el sistema que lo alimenta.
        Ahora bien, de cuando en cuando aparecen comentarios dignos de tenerse en cuenta. Cosa que me alegra, porque el día que no pase se acabó.

    2. El problema radica en que nos alejan de la Naturaleza, de toda la Naturaleza pero especialmente de la Naturaleza Humana. No se si es en los centros educativos o la propia familia, pero se nos hace olvidar el Amor, desconfiar de nuestros instintos, desconfiar de uno mismo y de los demás…..

  5. Vaya, a veces la naturaleza nos sorprende de manera muy peculiar, yo personalmente no creo en las casualidades a mi modo de ver todo obedece a un plan bien orquestado que a cada momento ofrece las soluciones acertadas para la resolución de los diversos enigmas que se nos presentan, la cuestión es saber observar el momento y aprovecharlo para conseguir las respuestas adecuadas para la resolución de éstos.
    Las cosas no las vemos como son si no como somos.

    Saludos.

    1. muy acertado; quienes saben escuchar y observar, (estar receptivos) saben ver dichas sincronías gratamente asombrados tal vez, al experimentar conscientes parte de la realidad que sobrepasa sus límites de comprensión.

      (algo que tal vez nos lleva a una humildad mayor al ver cuan poco sabemos realmente y nos lleva a pensar que tal vez existen otros medios para comprender la realidad propiamente, no sólo mentales sino a través del sentimiento por ejemplo.)

  6. @ paso firme: Pues a mí me parece un avion, solo por las características luces de posicionamiento reglamentario, en aviación el extremo del ala derecha tiene luz de posicion verde y el ala izquierda de color rojo, luego la luz de destello intermitente, es la reglamentaria que se tiene que ver a una distancia de tres millas más o menos , por la posición en que lo has filmado indica que se acercaba hacia ti de frente.

    Saludos.

  7. Hace algunos años me ocurrió algo muy extraño. Yo vivo frente a la plaza de toros de mi ciudad, un día y a manera de broma le pregunté a mi madre cuando iban a pintar la plaza de toros. Le hice la misma pregunta a mi madre como por 3 ó 4 días mas, todavía no entiendo por qué le hacía esa pregunta tan sin sentido a mi madre pero total, menos de un mes después de eso cuál fué mí sorpresa al salir al balcón de mi casa y ver que estaban pintando la plaza de toros. Quedé un poco anonadado, es decir, desde que yo vivía frente a la plaza de toros nunca la habían pintado, entonces ¿cuántas posibilidades había de que ocurriera eso a menos de un mes de haberlo pensado? supongo que no es posible atribuirlo a la mera casualidad. Además de este suceso, me han ocurrido otros bastante parecidos, lo cual me hace pensar que hay algo mas allá de lo que creemos que es casual.