Corría el año 2013 y por entonces unas colegialas danesas efectuaron un curioso experimento para determinar los efectos de los router Wi-Fi en la biología, las muchachas querían demostrar que ciertas ondas electromagnéticas afectaban el crecimiento natural de las planta, para demostrarlo, situaron una serie de bandejas con semillas de berro cerca de routers Wi-Fi.

Los resultados del experimento, fueron contundentes, las semillas no germinaban cuando se colocaban cerca de esta fuente de radiación.

Evidentemente, este descubrimiento no trascendió al gran público, se mantuvo en silencio y como todos sabéis, aquellos que no es noticia, no existe.

Pero un par de Doctores, decidieron investigar de manera independiente la posibilidad de que las torres repetidoras de teléfonos móviles generasen el mismo efecto que el descubierto por las jóvenes estudiantes danesas.

Concretamente los doctores Cammaerts y Johansson, de la facultad de ciencias del departamento de Biología Orgánica de la Universidad Libre de Bruselas y Bélgica colocaron semillas de berro a una distancia de 200m de las torres de teléfonos móviles, el resultado de las investigaciones fue concluyente, las semillas de Berro, tampoco germinaron cerca de estos generadores de señales radioeléctricas, asimismo, hace pocas fechas, también descubrieron que los campos electromagnéticos afectaban a la biología humana.

La conclusión final fue la siguiente “la tecnología inalámbrica puede afectar de manera seria y efectiva la naturaleza y es urgente utilizarla con mucha más cautela”

Curiosamente, en el año 2013, se liberalizaba la posibilidad por parte de las compañías de telefonía móvil de instalar las antenas casi en cualquier sitio, eliminando las obligaciones que tenían estas empresas de obtener permisos y licencias de los ayuntamientos locales.

Como vemos, nuestros políticos siempre mirando por el interés de sus ciudadanos… (nótese el tono de ironía).