Contaba un popular presentador de TV hace tiempo la siguiente anécdota…
En una ocasión, un buen amigo que estaba efectuando una serie de ejercicios en un gimnasio, comenzó a forzar la planta del pie con la intención de fortalecer los gemelos. En un momento concreto, esta persona empezó a sentir que la planta del pie le dolía cada vez más, al cabo de un rato, casi no podía ni andar.
Fue a observación médica y descubrieron que tenía una rotura muscular comúnmente conocida como fascitis plana que básicamente se trata de un desgarro muscular de los tejidos del talón y la parte delantera del pie.
Como la dolencia no mejoraba con el paso de los días, decidió someterse a cirugía, lamentablemente para él, los resultados no fueron lo suficientemente buenos, ya que el problema persistía sin aparente solución.

Finalmente, opto por acercarse a un maestro sanador chino, aparentemente, el tipo parecía una persona normal y después de efectuarle una serie de observaciones, lo puso en pie y comenzó a obrar una especie de rito a sus espaldas, pasados unos minutos, el sanador chino le pidió que andarse y comprobase su estado, para sorpresa de esta persona, al ponerse a andar, dejo de sentir el desagradable dolor.
Entusiasmado por el resultado, le pregunto qué es lo que había hecho a sus espaldas, y el sanador chino respondió que solo había colocado correctamente una serie de interruptores energéticos que él tenía en desorden.
¿Milagro?
«Los milagros suceden, no en oposición a la naturaleza, pero en oposición a lo que sabemos de la naturaleza.»
San Agustín