Como alguno ya sabrá, hace un tiempo escribí un libro que trataba sobre la magia. Qué es y que no es. De dónde viene y a donde va, mitos y leyendas… Y aunque se ha hecho esperar, debido a los avatares que la vida de cuando en cuando plantea, finalmente está disponible.
Este post va dirigido a todos aquellos que han solicitado hacerse con un ejemplar de Tratactus Magicae.
Cualquiera que esté interesado puede solicitarlo, desde ya, a la siguiente dirección de correo electrónico:
jpnliber@yahoo.es
Allí recibirán las instrucciones pertinentes para la adquisición de uno o varios ejemplares, todos firmados, dedicados y numerados. 140 páginas que no dejan indiferente.
Como aperitivo os dejo la entrevista que me realizase Frank G. Rubio acerca del libro.
Las impresiones de un asistente a la presentación que hiciera del mismo.
Y un par de videos (1 y 2) introductorios a la obra.
¿Oculta el gobierno de EE.UU. la existencia de un conjunto funerario en el macizo del Gran Cañón? El 5 de abril de 1909, el diario estadounidense “Phoenix Gazette” anunciaba, en primera plana, el descubrimiento de un enorme sistema de cuevas y pasadizos excavados en las entrañas del Gran Cañón Este extraordinario hallazgo había sido descubierto por G.E. Kinkaid (explorador que llevaba 30 años trabajando para el Instituto Smithsonian de Washington) y la investigación del conjunto había sido encomendada al prestigioso arqueólogo de la misma institución, S.A. Jordan.
El articulo, textualemente, rezaba asi:
“G.E Kinkaid nos comunicó las últimas noticias sobre como marchan las investigaciones del que, en opinión de los científicos, no es únicamente el descubrimiento arqueológico mas antiguo de EE.UU., sino también el de mayor importancia de todo el mundo, […] Kinkaid descubrió, hace unos meses, una gran ciudadela subterránea en el Gran Cañón mientras descendía con un bote de madera por el río Colorado en dirección a Yuma procedente de Green River (Wyoming). Según ha informado, los arqueólogos del Smithsonian han descubierto de manera casi segura que el pueblo que habitaba estas cuevas excavadas en la roca eran de origen oriental y, probablemente, egipcio […] el Instituto Smithsoonian esta realizando una minuciosa investigación dirigida por el profesor S.A. Jordan. Se han explorado casi dos kilómetros del pasadizo principal que esta a unos 450 metros por debajo de la superficie y se ha hallado una sala de grandes dimensiones de la que parten pasadizos en todas direcciones, como los radios de una rueda. Se han encontrado cientos de estancias así como objetos […] que proceden de Oriente: armas de guerra, instrumentos de cobre afilados y duros como el acero […] muy demostrativos del alto grado de civilización al que llegaron esas misteriosas gentes.”
Continuaba el articulo, citado las palabras de cómo había sido el hallazgo por parte de G.E. Kinkaid descrito con sus propias palabras:
“[…] el yacimiento es casi inaccesible. La entrada se encuentra a 450 m por debajo del macizo del cañón Se encuentra en propiedad estatal y esta totalmente prohibido el acceso. Los científicos desean trabajar sin que nadie les moleste […] Bajaba por el río Colorado con un bote. Estaba solo y buscaba minerales […] descubrí en la pared oriental manchas de color en la formación sedimentaria […] la entrada a las cuevas esta encima de la meseta que la protege de miradas curiosas. Desde la entrada, unos escalones conducen hacia donde antes llegaba el río. […] después de avanzar 30 m llegue a una cámara funeraria donde descubrí las momias. Levanté una de ellas y la fotografié con flash. Me lleve diferentes objetos y seguí mi viaje hasta Yuma, donde los envié por barco a Washintong junto con un informe acerca de mi descubrimiento. El corredor principal mide 3,5 m de ancho […] a los lados hay cámaras del tamaño de una sala de estar a las que se accede a través de entradas ovaladas […] trabajados de manera tan perfecta que seguramente fueron diseñados por un ingeniero. A mas de 30 m de la entrada hay una sala en forma de cruz de varias decenas de metros de longitud en la que se halló la imagen de un dios sentado con las piernas cruzadas. En cada mano sostiene una flor de loto o una lila. Ese dios recuerda a un Buda […] es posible que se trate de un culto semejante al del antiguo Tíbet. Alrededor de este dios hay diferentes figuras mas pequeñas, muy hermosas y otras desagradables. Todas las imágenes están hechas de piedra dura semejante al mármol En el lado opuesto de la sala se encontraron instrumentos de cobre de todo tipo. Es obvio que este pueblo dominaba el arte perdido de endurecer ese metal. […] también se hallaron jarrones y urnas, así como recipientes de cobre y oro […] asimismo un metal gris semejante al platino que hasta el momento no se ha podido identificar. En todas las urnas, paredes y tablas hay misteriosos jeroglíficos en cuyo desciframiento aún se esta trabajando […] hay dos representaciones de animales, uno es de tipo prehistórico La cripta que alberga a las momias es una de las de mayores dimensiones […] todas son masculinas. Las dimensiones del conjunto son impresionantes […] podrían albergar a mas de 50.000 personas”.
Primera pagina del «Phoenix Gazette» donde se da la noticia del descubrimiento (Cortesia de www.spiritofmaat.com)
Desde ese lejano 5 de abril de 1909, no se ha vuelto a saber nada acerca del descubrimiento No se han publicado estudios, ni se ha vuelto a mencionar el tema en ningún volumen de historia para dar legitimidad al hallazgo o considerarlo como un fraude. Simplemente se ciño el silencio sobre este importante acontecimiento.
En 1995, David Hatcher Childress, del “World Explorer Club de Kempton” (Illionois), se propuso descubrir si aquel titular era falso. Para ello, se puso en contacto con el Instituto Smithsonian el cual le respondió que nunca habían llevado a cabo ninguna excavacion ni sabían nada ni de Kinkaid ni de Jordan. Es decir, el Smithsonian negaba cualquier conocimiento de aquellos hechos y de las personas citadas en ellos.
La curiosidad de Childress no ceso ahí y continuo investigando ayudado por Carl Hat. Ambos descubrieron que, en 1910, el “Smithsoian Cientific Series” (la revista de divulgación científica de la institución), mencionaba expresamente al profesor S.A. Jordan en la pagina 239. También encontraron un mapa con diversos enclaves de la zona septentrional del Gran Cañón que aparecían señalados con nombres egipcios. Al preguntar a un arqueólogo del Estado acerca de esa nomenclatura, este les respondió simplemente que, los primeros investigadores, habían bautizado aquellos lugares con nombres egipcios porque “les gustaban”. Este, también les afirmó que la zona en cuestión estaba cerrada por el peligro que entrañaban sus cuevas, de tal manera que nadie podía acceder a aquella zona del Gran Cañón.
¿Qué interés podía llevar al Instituo Smithsonian a silenciar este increíble descubrimiento? Según Childress, probablemente es la idea del “aislacionismo”. Desde hace décadas dos ideas acerca de los antiguos habitantes de Norteamérica se contraponen. Los investigadores se dividen entre los que apoyaban el “difusionismo” (una civilización primigenia se habría extendido o habría contagiado sus conocimientos y modos de vida a sus comunidades colindantes) con aquellos que abogaban por el “aislacionismo”(comunidades humanas que habría evolucionado sin contacto con sus vecinos). La Smithsonian se había decantado desde sus orígenes por esta segunda teoría, llegando a afirmar que las tribus de Norteamérica no habían tenido contacto entre si y menos un origen común.
Y es que esta archifamosa institución, parece que se empecina en mantener ocultos algunos descubrimientos. A mediados de los años 50, Frederick J. Pohl escribe una carta al arqueólogo británico T.C. Lethbridged a modo de protesta. En ella dice que en 1892, se encontraron unos extraños sarcófagos de madera en Blount County (Alabama) que se habían entregado al Instituto Smithsonian para su análisis Al parecer, esta especie de ataúdes eran extraordinariamente grandes y parecían estar tallados con alguna clase de piedra o cobre.
Pohl dice que cuando se puso en contacto con el Smitsonian para interesarme por el paradero y estudio de estos objetos, las palabra de F.M. Setzler, director del departamento de antropología de la institución fueron: “No hemos encontrado los sarcófagos entre los objetos que guardamos, aunque hay notas de que los hemos recibido”.
En 1992, David Barron, presidente de la Sociedad Gungywamp de Connecticut, insistió sobre el tema de estos extraños sarcófagos a la institución La respuesta fue que simplemente se trataban de artesas de madera. Cuando Barron realizo una petición formal para su estudio, el Smithsonian le respondió que no podían visitarse pues se encontraban en un almacén contaminado por asbesto y, por tanto, estaba prohibida su visita excepto para los colaboradores del instituto.
Childress denuncia que, un conocido historiador estadounidense (cuyo nombre pidió pertenecer en el anonimato) conoció a un investigador del Smithsonian que abogaba por la llegada a América de pueblos anteriores a Colón y esto le supuso ser expulsado de la institución Ese hombre llego a afirmar que en al menos una ocasión, el Smithsonian llego a hundir deliberadamente en el Atlántico un cargamento de “extraños objetos”.
¿A que se debe el velo de secreto que se ciñe sobre los trabajos arqueológicos de EE.UU. por parte de esta institución? ¿Por qué se ocultan hallazgos y objetos a la vista del publico? ¿Es puro “orgullo” de investigadores que se niegan a reconocer que están equivocados o se esconde algo mucho mas profundo?
Siguiendo la línea argumental que HugoFD abrió, en singular sincronía con un artículo que había preparado sobre las plantas, hoy vengo a hablarles sobre un hecho en el que muchos habrán caído: ¿Tienen las plantas cerebro?
Hará cerca de doce años que leí en un libro de jardinería el siguiente aserto:
«Siendo la raiz la parte mas importante de la planta, debido a que la planta nace por la raíz y muere por la raíz, debemos tomar el tiempo necesario para observar que el crecimiento radicular esté en óptimas condiciones. Es por esto que decimos que la raíz es el cerebro de la planta…»
Quien esto dijera no podía imaginar cuan cercano estaba de la Verdad. A tal punto, asemejar este hecho con el cese de funciones de un animal, por muerte cerebral pudiera parecer un tanto fantasioso. El caso es que, agárrese la peluca, no dista un ápice de la realidad. Y es que ya se sabe…
Esto lo digo porque el ápice de la raíz, según se ha confirmado recientemente, podría tener una función similar a la del cerebro de los animales, a la hora de recibir e interpretar señales del entorno y coordinar respuestas en forma de movimientos, respecto de ellas.
Esta idea no es nueva: Darwin ya la formuló en 1880. Tal teoría se conoce como «root-brain». Aunque no comparto para nada el punto de vista darwinista, en el cual Dios es sustituido por el azar1, en este caso concreto, sí que he de darle la razón, sobre todo porque no se relaciona con el darwinismo aunque provenga de Darwin.
El hecho de que se hayan detectado en la raíz señales químicas y eléctricas análogas a los de nuestro sistema nervioso avala la hipótesis del cerebro raíz. Esta comunicación entre las células de la planta dependería de un centro de operaciones en el ápice de la raíz, donde se integraría y se procesaría la información para la consiguiente toma de decisiones. Una investigación realizada en el laboratorio de Biología Molecular de plantas de la UAB sobre la distribución y regulación de la auxina, (hormona implicada en el desarrollo de las plantas superiores), está aportando nuevos conocimientos para comprender mejor estos procesos.
Cualquiera que tenga curiosisdad puede consultarlo en «A dominant negative mutant of protein kinase CK2 exhibits altered auxin responses in Arabidopsis». Marquès-Bueno MM, Moreno-Romero J, Abas L, De Michele R, Martínez MC. Plant J. 2011 Jul;67(1):169-80. doi: 10.1111/j.1365-313X.2011.04585.x.
Foto cortesía de pixabay
Y no sólo eso, sino que la idea de una comunicación entre las células vegetales con mecanismos similares a los animales, y de la existencia de un centro que integraría las señales y la toma de decisiones implica que los conceptos de inteligencia, memoria, comportamiento y cognición son aplicables a las plantas superiores, que exhiben pautas elaboradas que tienen un papel relevante en su ciclo vital. Lo cual hace pensar que las plantas no carecen de sistema nervioso, sino que son sistemas nerviosos virtuales2.
Esto nos lleva a dos cosas:
1.- La mal llamada «neurobiología vegetal», de la que se empieza a hablar, orientada al estudio de la obtención de información, su procesamiento y su transformación en una respuesta por parte de las plantas, en base a un sistema integrado de señales que incluye:
– Transporte de impulsos eléctricos a grandes distancias (mayores que en los humanos o animales de gran tamaño).
– Transporte de auxinas (hormonas vegetales) por vesículas a tejidos vasculares especializados.
– Producción de sustancias químicas con función similar a las de los neurotransmisores del sistema nervioso de los animales.
2.- Varapalo a los supremacistas maniqueos que escudándose en la ausencia de sistema nervioso, sentimientos o habilidades cognitivas vegetales condenaban a todos aquellos infieles pecadores que no se comportaban como ellos querían.
1 Decir: «Dios lo quiere…», es lo mismo que decir «intervino el azar».
Foto cortesía de pixabay
2 Provistos de órganos sexuales. Reconozco que es simplista, pero de momento nos vale.
En este nuevo artículo quiero volver a tratar sobre la figura del Neandertal. La imagen del neandertal idiota es un tópico extendido más allá de las disciplinas científicas. Esa visión no se basa en ningún tipo de evidencia: Es fruto de viejas inercias en la investigación y de modelos simplistas sobre el Homo sapiens y la desaparición de los neandertales. Lejos quedan ya aquellas primeras representaciones que retrataban a los neandertales como una suerte de brutos silvanos. Y es que el cientificismo positivista es así: Pinchado en un palo y con moscas.
Es por ello que a modo de anecdotario he recabado una serie de curiosidades con respecto de estos antepasados nuestros, que creo pueden llegar a ser de interes.
1.- TODOS TENEMOS RASGOS NEANDERTALES:
Entre el 2% y el 4% de nuestro genoma, quizás en mi caso más, es heredado de ellos. Los estudios de Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig), así lo demuestran. Esto rompe el mito cientificista que determina que los neandertales no hibridaron con los sapiens. Pese a existir al menos ocho restos fósiles de avalan la hibridación. Teniendo esto en cuenta, podría llegar a clonarse algo parecido a un neandertal, aunque no del todo. George Church, un destacado experto en genética de la Universidad de Harvard, exponía hace unos días en una entrevista a la revista alemana Der Spiegel la posibilidad de abrir un debate para volver a traer al mundo al hombre de Neandertal.
Figura 1.- Lo que se creía y lo que se sabe…
2.- PINTURAS RUPESTRES:
Tal como explicase en Mira hacia Altamira, las pinturas rupestres de Altamira y de otras cuevas del norte de España podrían haber sido realizadas por neandertales y no por sapiens. Una nueva datación, llevada a cabo con la técnica uranio-torio en 50 pinturas de once cuevas españolas (entre ellas las de Altamira, El Castillo y Tito Bustillo), reveló que esa forma de arte primitivo es por lo menos 10.000 años más antigua de lo que se creía y procede, por lo tanto, de una época en la que los primeros Homo sapiens aún no habían llegado a Europa. El hallazgo supondría que las famosas siluetas de manos en las paredes de las cuevas eran, en realidad, una firma neandertal.
Eso si obviamos que en cierto modo eran presumidos: Se colgaban collares hechos con conchas e incluso se maquillaban. Ahora, además, sabemos que tenían otro elemento para adornarse: vistosas plumas de aves. Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que los neandertales empleaban las alas de aves rapaces y córvidos como ornamentación, teoría que refuerza la idea de que tenían pensamiento simbólico. De ahí a expresar tal pensmiento no hay nada.
Por otro lado, como ya expusiera en Nerja la existencia de pinturas rupestres anteriores a la aparición del Homo sapiens haría que se replanteasen postulados históricos y artísticos.
3.- «COCINILLAS»:
Los neandertales cocinaban y consumían regularmente una variedad de vegetales, según un estudio del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian en Fairfax (Estados Unidos). Los científicos han llegado a esta conclusión tras examinar los dientes fosilizados de algunos de estos ancestros humanos encontrados en cuevas de Irak y Bélgica. Entre los dientes aparecieron restos de granos de almidón, raíces y tubérculos que habían sido tratados antes de ser ingeridos.
Los artefactos de piedra no indican que los neandertales utilizaran herramientas para moler partes de plantas, lo que sugiere que probablemente no practicaban la agricultura. Sin embargo, el estudio demuestra que estos ancestros humanos invertían tiempo y trabajo en aumentar la calidad nutricional de los alimentos basados en vegetales. De esta forma, eran más fáciles de ingerir. Cosa que sugiere que los neandertales controlaban el fuego de forma muy parecida a como lo hacían los primeros humanos. Además, en la Península ibérica ya comían marisco hace 150.000 años, como pudo comprobar en Cueva Bajondillo, ubicada en Torremolinos (Málaga), un equipo internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
4.- HERBORISTAS:
Los dolores de estómago o el «mal cuerpo», también afectaba a los neandertales, y al igual que hoy hacemos nosotros también empleaban como remedio la manzanilla. No solo incluían en su alimentación una gran variedad de plantas, sino que conocían sus cualidades curativas y nutricionales. La manzanilla, probablemente cruda, les servía para tratar sus males. Un equipo de investigadores de España, Reino Unido y Australia obtuvo la primera prueba molecular de ese comportamiento gracias al análisis de restos dentales de cinco neandertales de la cueva de El Sidrón, en Asturias. Los neandertales tenían un gen que les permitía distinguir el gusto amargo, el que tienen la aquilea y la camomila.
5.- EVITABAN LA ENDOGAMIA:
Al contrario que las más rancias castas nobiliarias, los neandertales, intercambiaban las hembras entre un grupo y otro. Estos intercambios evitaban la endogamia, mientras que los varones tendían a permanecer en su núcleo familiar original y muy raramente abandonaban su territorio natal. El hallazgo fue realizado gracias al análisis de los restos de doce neandertales, por Carles Lalueza y Antonio Rosas, de la cueva asturiana de El Sidrón, descubiertos en 1994, donde las hembras halladas pertenecían a linajes diferentes del que descendían los machos y, a su vez, diferentes entre sí. La depresión consanguínea incluye una amplia variedad de defectos físicos y de salud, entre los que podemos encontrar como más comunes: Elevada incidencia de enfermedades genéticas recesivas, reducción de fertilidad femenina y viabilidad espermática, fenómenos de asimetría física,alta mortandad prenatal y de recién nacidos, lento ritmo de crecimiento, menor talla de adulto, carencias del sistema inmunológico y alteraciones del comportamiento. Los neandertales evitaban esto intercambiando hembras que todavía no habían alcanzado la edad reproductiva.
6.- SU DESAPARICION:
La desaparición repentina de los neandertales, hace unos 40.000 años, es uno de los mayores misterios de la evolución humana. Por qué dejaron de existir y de convivir con los seres humanos modernos es todavía un misterio. Varias investigaciones apuntan a que la llegada del Homo sapiens a Europa desde África tuvo una importancia capital. Los seres humanos modernos se habrían convertido en una amenaza competitiva para las poblaciones indígenas neandertales. Investigadores de la Universidad de Cambridge creen nuestros antepasados directos invadieron la región de forma masiva hasta alcanzar diez veces la población de los neandertales ya establecidos.
En 2008, el director M. Night Shyamalan estrenaba la que esta considerada como una de sus peores películas, “The Happening”. En ella se narraba el ataque por parte de las plantas a los seres humanos lo que hacia que estos se suicidasen sin explicación aparente. Pero… ¿Puede esto suceder científicamente? ¿Pueden comunicarse las plantas y coordinar un ataque? Parece que si…
El pasado febrero de 2012, aparecía una noticia en algunos medios acerca de que los estudios llevados a cabo en la Universidad de Exeter (Reino Unido) habían demostrado como las planta son capaces de comunicarse con sus semejantes. En el momento en que uno de los experimentadores cortaba una hoja de una planta cultivada en un bancal, el vegetal emitía un gas especial con el objetivo de advertir a sus vecinos del peligro inminente, lo que hacia que la otras plantas comenzasen a liberar ciertas toxinas para repeler a los insectos dañinos.
Sin embargo, varios años antes existió un científico que ya había llegado a las mismas conclusiones y, la “primicia” de esta universidad inglesa no es tal. La historia de la que nos hacemos hoy eco desde MD, arranca hace varios años, en concreto, en 1985. En verano de aquel año, 4.000 kudús (antílopes de la sabana africana) aparecieron muertos en un rincón de la reserva de Kruger (Sudafrica).
Imagen cortesia de «fotos0.mundofotos.net»
Los criadores no eran capaces de encontrar las causas de por que toda una población de estos animales habían muerto súbitamente en uno de los extremos de la reserva mientras que, al otro lado de las vallas, la población de Kudús en libertad tenían un aspecto totalmente saludable. Desconcertados, los directores de esta famosa reserva de caza, pidieron ayuda al zoologo de la Universidad de Pretoria, el profesor Wouter Van Hoven.
Van Hoven practico minuciosas autopsias a un grupo de aquellos Kudús y tras el análisis, el zoologo observo lesiones sistemáticas en el hígado y el estómago: los Kudús habían sido envenenados. ¿Pero por quien? ¿Y por qué?
Tras analizar los excrementos de estos antílopes, Van Hoven comenzó a sospechar de las acacias. Parecía que las acacias, eran capaces de secretar grandes cantidades de taninos tóxicos cuando se las agredía.
Para corroborar su hipótesis, se internó en la reserva armado con unas mandíbulas mecánicas que imitaban las dentelladas del Kudú. El resultado fue que la acacia caffrareplico casi inmediatamente. En apenas quince minutos su producción de tanino se incrementó en un 94%.
Acacia caffra cortesía de www.inheemsebome.co.za
El tanino que segregan algunas plantas es un sistema protector de las mismas. Las plantas liberan taninos que hacen a los herbívoros encontrar el sabor de sus hojas totalmente repugnantes, de tal manera que abandonan las ramas que se han vuelto incomestibles y se dirigen al árbol vecino. Pero en cautiverio, en recintos superpoblados, los kudús se vieron obligados a alimentarse de los mismos arboles y se envenenaron lentamente con tanino.
Hasta ese momento, todo era bastante normal. Centenares de plantas secretan toxinas defensivas cuando se sienten agredidas (algo similar a lo que seria nuestro sistema inmunológico). Por ejemplo, los tomates atacados por un moho son capaces de producir fungicidas naturales, mientras que los robles invadidos por muérdago producen una toxina que impide ser invadidos en exceso.
Pero lo mas asombroso que Van Hoven descubrió fue que la acacia caffra era capaz de prevenir a sus semejantes de los posibles ataques del antílope para protegerse. Van Hoven observó que el aumento de tanino no afectaba únicamente a los arboles mordidos, sino también a sus vecinos aun no atacados. Sucedía como si la primera victima diera la voz de alarma a sus compañeros y estos comenzaban a secretar toxinas de manera preventiva. Esto fue lo que había exterminado a toda una población de Kudús de la reserva, no podían abandonar las hojas envenenadas pues todas lo estaban, lo que hizo que los Kudús no pudiesen renunciar a una dieta cargada de toxinas y, por ende, habían sucumbido por envenenamiento.
Lo que Van Hoven no pudo identificar fue que clase de mensaje vegetal se transmitía de árbol en árbol, aunque se sospecho que se tratase de etileno. Esta sustancia química era ya conocida por su función en la maduración de los frutos y parecía ser producida por las hojas de las acacias masticadas, antes de ser llevado por el viento hasta el árbol vecino.
En 2010, Ren Sen Zeng, de la Universidad de Agricultura de China del Sur, demostró la existencia de una red de hongos que forman unos hilos blancos, llamados micorrizas, en el 80% de las plantas. Esta red de hongos serviría a las plantas como una red de comunicaciones entre ellas. Según Dan Durall, de la Universidad de Columbia, las plantas silvestres son capaces de desarrollar grandes redes de micorrizas con un radio de varios metros, y no solo entre plantas de la misma especie, sino entre plantas de distinto género. Esto sería la prueba de que existe una gran red de comunicación “global” entre las plantas.
¿Serían entonces las plantas capaces de lanzar un ataque químico de manera coordinada ante una amenaza externa? Parece que la película de Shyamalan está más cerca de la ciencia que de la ciencia ficción; y es que la naturaleza, no deja de asombrarnos…
Sorprendido anda el diablo, al contemplar el mal que la bondad esconde. Y no es para menos.
Resulta que estaba recopilando información sobre ciertos procesos hormonales, a fin de entender ciertos comportamientos de diversos organismos, cuando me he topado con un curioso video.
Este video trata sobre como a dos presentadores de la televisión holandesa, Dennis Storm y Zena Valerio, se les somete a una simulación de los dolores del parto, como forma de entretenimiento televisivo, mediante la aplicación de descargas eléctricas en el abdomen. Cosa que no me parece ni mal, ni bien sino todo lo contrario. Tal hecho, de haber tenido un enfoque más solemne y, si se me permite, científico podría haber resultado en un recabado de datos de sumo interés. Mas no ha sido así.
Obviando hechos como no tener un útero ni una vagina, los cambios fisiológicos que la mujer, por naturaleza, sufre durante su gestación (incluidos los de preparación al parto), e incluso la administración de sustancias anestésicas, como la archiconocida epidural, las deformaciones mediáticas convierten una simple curiosidad en la piedra de escándalo de la batalla de los sexos que algunos y algunas, desde hace un tiempo mantienen. ¡Pobres diablos!
Afirmaciones como:
«Blandos» (no soportan más de dos horas descargas eléctricas que van en aumento)
«Los hombres no lo soportan tan bien como las mujeres» (teniendo en cuenta que los hombres no han parido sino que simplemente han sido electrocutados)
«Si ellos dieran a luz, estaríamos extintos desde hace millones de años, vamos desde Adán mismo» (sin tener en cuenta que si el hombre fuera el que pariese y la mujer no, estaríamos en la misma situación, el hombre lo haría exactamente igual que ahora y se llamaría «mujer»…)
«Deberia ser una prueba obligatoria para todos!!! Así sabrían lo que es y respetarian más» (bonita apología al terrorismo en el cual el respeto no se gana, sino que se infunde a través del dolor)
Yo me voy a atar las trompas de falopio para no tener hijos POR EL DOLOR DEL PARTO Y LAS CONSECUENCIAS! (sin comentarios…)
Son sólo unos pequeños ejemplos de por donde van los tiros. Parece que la mayoría se alegra de que los presentadoes sufran ese dolor por el simple hecho de ser hombres (siendo que su naturaleza no les haya dado la oportunidad de tener la experiencia de parir). Resulta muy curioso ver que las opiniones se centren en, y se alegren de, la mala experiencia que es una electrocución, se mal asimile a un parto real y resulte divertido e incluso se vea como una suerte de «justicia divina» tras haber perdido totalmente el norte (si es que alguna vez se tuvo).
Me pregunto que pasaría si a dos mujeres se les aplicasen en la zona ventral esos electrodos. Pues en lo que algunos califican de experimento, que no han diseñado científicos sino periodistas, no aparece ninguna. Quizás el resultado fuera exactamente el mismo. O quizás, siendo más realistas no.
Si conoce la ley de Ohm, sabrá que Voltaje es igual a Intensidad, multiplicado por la Resistencia. Del mismo modo que sabrá que lo peligroso no son los Voltios (diferencia de potencial), sino los Amperios.
Teniendo en cuenta que la resistencia eléctrica media de un hombre, dadas sus características, es de aproximadamente un Kiloohmio y la resistencia eléctrica media de una mujer, dadas sus características, es de aproximadamente la mitad, el paso de un voltaje determinado, creará un amperaje mayor en una mujer que en un hombre. Si por ejemplo aplicamos un voltaje de 120 Voltios a un hombre y a una mujer, por el cuerpo del hombre pasarán 120 miliamperios (I=V/R) y por el de la mujer 240. Ciñéndome estrictamente al hecho presentado en el video – sin fantasear con partos inexistentes – la consecuencia que se desprende es que una mujer tardará menos en sufrir daños que un hombre.
Es tendencioso, que unos periodistas – como suele ocurrir – sin ninguna cualificación técnica inventen experimentos y chismes para dirigir la opinión publica hacia una orientación sexista. Obviando la veracidad de unos hechos, haciéndolos pasar por otros. Pero peor que lo peor es que el borreguismo cotidiano los de por ciertos, los asimile y las unas carguen contra los otros, que a su vez cargarán contra éstas, en un ballet que no puede calificarse sino como demente, en lugar de hacer lo que es correcto y criticar que no haya parto sino simple electrocución. Lo cual dice muy poco en favor de aquellos que recomiendan tal práctica o se jactan de una fortaleza no demostrada – sino simplemente supuesta – en dos hechos que no tienen relación alguna entre sí.
Mientras tanto el mundo gira y los tontos miran. O en este caso opinan, que es peor.
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