Mundo Desconocido

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La Máquina Súper Inteligente

El futuro de los sistemas expertos y de inteligencia artificial, parece que se va posicionando, finalmente las predicciones de escritores como Adrian Berry y el Matemático Alan Turing van tomando color.

En el siguiente vídeo, hablamos de la pronta y próxima serie de programas que invadirán nuestra vida y que nos permitirán tener a nuestro alcance cualquier conocimiento humano… software como el Sherpa (Android) que quizás en un futuro cercano cambie nuestra relación Humanos-Maquinas.

En resumidas cuentas, hablamos sobre el futuro de las máquinas Súper Inteligentes.

[http://youtube.com/watch?v=oiIHerQ2XmM]

 

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El increíble estudio Bateman

Hoy les traigo una de esas noticias que por lo general: ni fu, ni fa. Cosa que me alegra. Pero el caso es que este suceso tiene unas implicaciones mayores de lo que a simple vista pueda parecer. Habrá quien diga, los más benignos, que se trata de un error conceptual, mientras que otros – los más cruéles – hablarán de sesgo e intencionalidad, que es lo que realmente es. Hoy quiero hablarles del estudio Bateman.

Tal estudio baraja la hipótesis de que los varones son más promiscuos que las varonas, más exigentes en la selección de compañeros sexuales, planteamiento éste que pudiera no ser tan acertado como antaño se ha proclamado. Según un grupo de científicos, de los de verdad, de la Universidad de California Los Angeles (UCLA) que han tenido el valor suficiente para revisar y repetir el histórico experimento. Huelga decir (apesar que con algunos así hay que hacerlo) que los estudiosos de la UCLA han utilizando las misma métodología que en el caso original.

El primordio ocurrió en 1948 de la mano el genetista inglés Angus John Bateman, que  publicase un estudio en el que demostraba que los machos de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster, ya conocida de todos) obtienen una ventaja evolutiva si tienen múltiples compañeras, mientras que a las hembras no les ocurre lo mismo. Estas conclusiones han influenciado la biología evolutiva desde hace décadas por ser tomada tal afirmación como dogma científico. Tanto es así que Patricia Adair Gowaty, profesora de ecología y biología evolutiva ha afirmado que: «El de Bateman es el estudio experimental sobre selección sexual más citado en la actualidad».

No obstante, a pesar de resultar tan influyente en el ámbito de la biología, el experimento tal nunca se repitió siguiendo la metodología original, sino que más bien se enfocó a obtener el resultado que precognizaba. El equipo de la UCLA, con coraje, decidió hacerlo por primera vez encontrando que algunos de los aspectos más fundamentales del estudio no eran – en «Absoluto» – correctos.  De tal manera Adair Gowaty nos espeta con la siguiente declaración: «El trabajo de Bateman nunca debería haber sido publicado».

El experimento original con la mosca de la fruta se llevó a cabo mediante la creación de múltiples poblaciones aisladas:

1.- Grupos de cinco machos y cinco hembras.

2.- Grupos de tres machos y tres hembras.

Las moscas estaban encerradas en un frasco. Los insectos se aparearon libremente, siendo que Bateman examinaba las crías que alcanzaban a la edad adulta.

Hoy día los genetistas modernos utilizan pruebas moleculares para determinar la filiación genética de cada hijo, pero el análisis de ADN no estaba disponible en la década de los 40. En su lugar, Bateman eligió a sus ejemplares iniciales cuidadosamente, seleccionando moscas con mutaciones únicas, visibles a simple vista, que podrían ser transferidas de padres a hijos. Así los lazos familiares eran fácilmente reconocibles sin necesidad de una tecnología más avanzada.

Las mutaciones fueron extremas. Algunas de las moscas tenían alas rizadas, otras pelos gruesos, y otras tenían los ojos reducidos a una hendidura.

De este modo, las diferencias externas de cada una de las crías permitió a Bateman determinar la paternidad de algunas de las moscas de la progenie. Por ejemplo: Una mosca con alas rizadas y cerdas espesas, sólo podría haber venido de un emparejamiento posible. Algo muy lógico y normal ¿no?

El caso es que, el tan alabado método de Bateman, defendido hasta la saciedad por los irredentos guardianes del formalismo académico más absoluto (que por si no lo sabe, a la ideología dominante algunos llaman «ciencia»), tan vanguardista como era, tenía un «error fatal», según según ha descubierto Gowaty.

Lo va a ver muy claro con el siguiente ejemplo: Imagine el producto de una madre de alas rizadas y un padre sin ojos. ¿Cual sería? ¿Un ejemplar con alas rizadas carente de ojos? Pues ni sí, ni no, ni todo lo contrario.

Cualquiera que haya ido al «cole» y se quiera acordar (algo que por desgracia no esta de moda), sabrá que la cría de tales progenitores tiene la misma oportunidad de tener:

a) Las dos mutaciones.

b) Sólo la mutación del padre.

c) Solo la mutación de la madre.

d) Ninguna.

Para saber qué moscas se aparearon entre sí, Bateman utilizó solo las crías con dos mutaciones, ya que éstas eran las únicas por las que podía identificar específicamente a cada uno de sus ascendientes.

Esto significa que al contar sólo la prole afecta de dos mutaciones, Bateman se quedó con una muestra ridiculamente sesgada. 64 años de dogma «científico» en base a un error de bulto.

En la repetición del experimento de Bateman, Gowaty y sus colegas descubrieron lo evidente: «Los ejemplares con dos mutaciones severas tienen menos probabilidades de sobrevivir hasta la edad adulta».

Esto se debe a varios motivos. Por ejemplo: Las moscas no sólo utilizan sus alas para volar, sino también para atraer a su pareja a la coyunda, por lo que las alas rizadas presentan una gran desventaja en ellas. Por otro lado, los ejemplares que tienen los ojos deformados pueden tener aún más problemas para sobrevivir por las consecuencias que tal atrofia genera en su visión y percepción del entorno.  De hecho, el 25% de las crías con ambas mutaciones fenecerían antes de ser contadas por Bateman o Gowaty, que tanto da.

Adair Gowaty encontró que el grupo de crías con doble mutación era significativamente inferior al esperado del 25%, lo que significa Bateman habría sido incapaz de cuantificar con exactitud el número de emparejamientos para cada sujeto adulto. Además – no puedo evitar la sorna – su metodología daba más descendencia a los padres que las madres, algo que, por si no se ha dado cuenta, es imposible ya que que cada hijo debe tener un padre y una madre.

Bateman llegó a la conclusión de que las moscas de la fruta macho producían muchos más descendientes viables cuando tenían múltiples parejas, pero que las hembras producían el mismo número de hijos viables independientemente de que tuvieran una pareja o muchas. Y ahí lo soltó y ahí se quedó.

Los científicos de UCLA han demostrado que los datos eran no sólo eran poco concluyentes, sino que los resultados eran sesgados. El método empleado por Bateman no es capaz de establecer con precisión la relación entre el número de parejas y el número de hijos. Sin embargo, las cifras de Bateman se ofrecen en numerosos libros de biología, y su trabajo ha sido citado en casi 2.000 estudios científicos.

¡Toma, ya!

Para colmo de males, por si fuera poca la puntilla anterior, Gowaty ha declarado que: «Nuestras visiones del mundo limitan nuestra imaginación […] Para algunas personas, el resultado de Bateman fue tan reconfortante que no valía la pena ponerlo en cuestión. Creo que la gente lo aceptó sin más».

Charles Darwin, del que me reservaré la opinión, y más tarde Bateman, estaban plenamente convencidos de la idea de que las hembras de una especie tienden a ser exigentes y pasivas (cosa que en sí misma no cuadra, la exigencia implica actividad), mientras que los machos, mucho más promiscuos (y que no pueden relacionarse sexualmente sin una hembra dispuesta), competían por su atención. Dos paradojas de órdago.

En las últimas décadas, sin embargo, los biólogos evolutivos han mostrado que la historia es mucho más complicada. Sobre todo en cuanto a la promiscuidad (incluso entre especies que se emparejan de por vida).

Gowaty, interesada en los hábitos de apareamiento de las hembras en los insectos y las aves, cree que tener varios compañeros sexuales puede ser una respuesta contra el depredador más grande del mundo: «La Enfermedad». Así, es más fácil tener hijos con los anticuerpos adecuados para sobrevivir a la próxima generación de virus, bacterias y/o parásitos.

Es indudable que quedan muchas preguntas abiertas cuando se trata de hábitos de apareamiento de las hembras, ya sea en moscas de la fruta o en otras especies. Adair Gowaty nos dice que: «Sacudir los cimientos del paradigma de Bateman puede ayudar a examinar este campo desde una nueva perspectiva», a lo que he de añadir sobre todo desde una perspectiva igualitaria que muy posiblemente acabe con otro gran dogma «promiscuidad vs mojigateria» en los sexos.

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Tecnología para el control humano V2

Existe en occidente una avanzada tecnología para el control humano, si analizamos detenidamente su sentido, vemos que ni las dictaduras mas audaces han llegado a soñar con alcanzar semejante control sobre los seres humanos, la democracia es un espejismo que solo enmascara una forma de represión y prohibición a unos niveles que nos sitúa a todos en un estado de ilegalidad jamás visto.

 En el siguiente vídeo CON CALIDAD MEJORADA hablamos sobre la forma de control más exhaustiva a la que el ser humano ha sido sometido a lo largo de su existencia.

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Desconocemos el 86% de las especies del globo.

Pese a que algunos se empeñan en comprar carne en una verdulería, confundiendo esta página web con cualquiera de los rotativos o programas televisivos y radiofónicos habituales (cuando no con la página del ministerio de asuntos exteriores), no puedo dejar pasar una noticia de esas que no suelen «entretener» al populacho – por no decir alimentar su paranoia – que considero de gran interés.

El caso es que tras varios siglos de esfuerzos y estudio, se cree que un 86 por ciento de las especies de la Tierra aún no han sido descubiertas. Un nuevo estudio predice que nuestro planeta es el hogar de 8.7 millones de especies, incluidas las ya conocidas.

Esto significa que los científicos, los de verdad, han catalogado – agarrese la peluca – menos del 15 por ciento de las especies actualmente vivas. Con el ritmo de extinciones actual, esto significa que muchos organismos dejarán de existir incluso antes de que puedan ser documentarlos. Cosa que tampoco ha de preocupar más allá de lo normal, pues otros tantos habrían sufrido el mismo proceso desde los orígenes del hombre o los albores de la vida en la Tierra.

Doscientos cincuenta años después de que el botánico sueco Carl Linnaeus instituyera un sistema formal para clasificar la diversidad de la naturaleza, el catálogo de algunas clases de criaturas (como pueden ser los mamíferos o las aves) está casi completo. Aunque no así los inventarios de otras clases, que son lamentablemente escasos.

Ejemplo de ello es que tan sólo se ha descrito el 7 por ciento del número estimado de hongos, que incluyen champiñones y levaduras (por cierto, el ser vivo más grande del planeta es el hongo Armillaria ostoyae, cuya dimensión está cercana a las 900 hectáreas). Otro ejemplo es que  menos del 10 por ciento de las formas de vida de los océanos del mundo ha sido catalogada.

Lo que se ha descubierto hasta ahora, en palabras de  Boris Worm de la Universidad Dalhousie de Canadá, coautor del mencionado estudio, son “aquellas cosas que son fáciles de encontrar, visibles, y además relativamente grandes”.

“Se abre una era de descubrimientos ante nosotros en la que podríamos averiguar mucho más de las formas de vida que habitan este planeta con nosotros”.

Un ejemplo a este respecto sería aquella famosa bacteria del arsénico que publicitara a bombo y platillo la NASA, suponiéndola capaz de asimilar este compuesto, resultando en una nueva forma de «estar vivo». Investigadores del Weizmann Institute of Science en Rehovot (Israel), descubrirían que no es que asimilara el arsénico (abundante en el lago Mono, California), sino que se las apañaban para obtener fosfatos en un entorno extremo, que es bastante distinto.

Como puede comprobarse, es larga la andadura que nos queda para siquiera empezar a comprender según que cosas. Abriéndose ante nosotros un abanico de posibilidades que por analogía, seguramente, nos conduzcan a misterios aún mayores: Críptidos, vida extremófila e incluso cosas que jamás hubieramos imaginado de tan obvias como resulten ser.

 

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¿Controla el Anticristo Internet?

Quizás parezca gracioso e incluso absurdo, pero lo cierto hay una extraña simbología que vincula a Internet con la supuesta llegada del anticristo vaticinado por Juan de Patmos en el Apocalipsis o libro de las revelaciones.
Hace muchos años hablamos de ello en un viejo post de mundodesconocido, hoy lo ampliamos con un vídeo.
¿Gracioso?, ¿estúpido?…. o quizás no.
Aquellos que diseñaron este código lo hicieron “por casualidad”. ¿Si?
En este vídeo os explicamos con detalle de que hablamos.

[http://youtube.com/watch?v=vs_brCBBOkU]

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Mitos. Ascálafo.

En el artículo de hoy quiero hablarles sobre un hecho que bastante a menudo me llega a soliviantar. Con la expansión de internet y su accesibilidad han aparecido una serie de intérpretes, defensores a ultranza de los más enfermizos y delirantes dogmas, que creen saber interpretar toda una pléyade de símbolos que siquiera conocen. Y es que reza un dicho popular que es lo malo – y no otra cosa – lo que abunda.

Toda suerte de espíritus, entes demoníacos y hasta el mistificado coño de la Bernarda aparecen por acá y acullá de la mano de estos que creen que saben por tener capacidad fonadora o motil (en sus dedos, claro).

Esta pretendida sabiduría que algunos sacan a pasear (por no decir que la regüeldan, por ser incapaces de tragarla) sólo es señuelo para captar – y también coptar – a otros más ciegos que ellos que sin duda alguna pondrán algo más que la propia vida en manos de estos que vengo hablando, por ejemplo el pecunio. Quizás esto se deba a algún tipo de carencia afectiva, pero ese es otro tema.

Es por ello que de forma breve, expondré un mito de la grecia clásica y daré algunas interpretaciones al respecto para que se vea el modo y manera en que algunos exponen lo que creen en oposición a lo que es.

El mito: Ascáfalo convertido en Búho.

Dice Juan Bocacio que Ascálafo, hijo de Aquerón y la ninfa Urna, fue transformado en búho tras ser su cabeza empapada con las aguas del hirvientes del Flegetón por cuanto éste afirmó que Perséfone (Proserpina) había comido de los frutos del Infierno. Siendo que Hades (Pluto) le hubo prohibido tal cosa a menos que quisiera quedar presa de él y de su mundo. Los alimentos del Infierno que hubo comido Perséfone fueron siete granos de los que trae una granada.

En este mito, se quiere ver que el tal Ascáfalo, fue castigado y convertido en búho por acusar a Perséfone de haber roto la condición que Hades le hubo impuesto. Interpretándose desde un dogma basado en otros mitos, que fue debido a que el búho es ave vocinglera, ave de canto triste, con más plumaje que carne y con hábitos más que aborrecibles, así lo son los acusadores y por esta causa Ascálafo fuese convertido en tal.

Se dice que Ascálafo es hijo de Acherón (tristeza) y Urna (sepultura), pues las acusaciones generan tristeza y muerte. Pretendidos atributos del búho según – y siempre en comparativa con el mito original – una novísima fe. El hecho de la cabeza de Ascálafo fuera regada con las aguas hirvientes del Flegetón aduce al hecho de como se calienta la cabeza de los acusadores con sus tretas e infundios.

Como se puede comprobar, esta primera interpretación no sólo es cruel con el pobre Ascálafo sino que además es parcial y está sesgada intencionadamente (quien la hizo omitió elementos interpretativos fundamentales), promoviendo un discurso de odio/miedo contra algunas personas. De forma sintética podría decirse que Ascálafo fue condenado por chivato y que recibió justo castigo. Implicando esto que no es la corrección de la persona lo que prima, sino la ausencia de testimonios que delaten nuestras obras. Un mensaje que sin duda proviene de una mente podrida con unos escasos conocimientos sobre lo antiguo y su interpretación, entre otras cosas deleznables.

Una interpretación más objetiva, que incluya los elementos aparecidos en el relato, dejarían en mejor lugar a todos ellos, desapareciendo el furor vengativo de Perséfone o la miseria de Ascálafo.

Ascálafo, parece ser un astrólogo, en tanto en cuanto que hace afirmaciones sobre Perséfone, la Luna. Que como reza el mito de Perséfone, se encuentra la mitad del tiempo sobre la tierra y la otra mitad bajo ella. El Infierno, que no es otra cosa que el inferos, representa lo que hay bajo de la tierra. Pero no de la tierra/suelo, sino de la Tierra/planeta. Del mismo modo que el cielo es lo que hay por encima de ella. Ya sabe: Supramundo, Mundo e Inframundo. Un sistema circular y alterno con centro en el planeta, por el que todo cuanto está en el cielo viaja por el inferos y viceversa. Ahora arriba y visible, ahora abajo e invisible.

Los siete granos son los siete planetas y la conversión en búho viene dada por dos motivos. El primero es ser ave nocturna como lo es un astrólogo, el segundo es ser ave de la sabiduría, por sus descubrimientos y enunciados.

Las hirvientes aguas del Flegetón (ardor, flamígero) vendrían a resaltar en forma alegórica cómo es el proceso intelectual que lleva a uno a adquirir conocimiento (como se calienta la cabeza, el esfuerzo) y Aquerón y Urna son las cualidades del sabio, tristeza por saber (que la felicidad la tiene el ignorante) y la reclusión, que es lo que es una sepultura – lugar de confinamiento – en comparativa no con la muerte sino con el lugar de estudio.

De modo y manera que Perséfone, no habría castigado a Ascálafo según se nos quiere hacer creer, sino que en su faceta real – no mitológica – como representación de la Luna, habría hecho a sabio (búho) al astrólogo, que la observaba y emitía afirmaciones sobre ella.

Como puede comprobarse, esta segunda interpretación no es tendenciosa como la primera y sólo atañe a los representantes de la fabulación.

Ejemplos de esto que vengo contando los hay a cientos, como aquello del Sol que permite la multiplicación del sustento y los seres vivientes (plantas y animales) y que no pide nada a cambio, sino que ejerce un acto de amor calentenado al justo y al injusto, iluminándolos, haciéndolos ver por igual, ignorando las faltas o virtudes de cada cual, permitiendo la vigilia y la industria (multiplicación de panes y peces, de la mitología cristiana).

Reza otro dicho popular: «Divide y vencerás». Y no puedo sino asimilarlo al hecho y fomento de la libre interpretación de hechos y acontecimientos que, en resumen, no hacen sino separar y dividir al conjunto de la humanidad. Y tanto es así que algunos de los que podrían llevar este mundo a su destrucción, son partidarios sectarios de dogmas de fe en los que con la excusa de combatir el mal – por cierto, el anticristo no es mentado en el Apocalipsis ni una sola vez, como se suele creer – creen que el mundo acabará en una conflagración de carácter bélico en la que sólo unos pocos elegidos, los más fanáticos, serán salvos y merecedores de la presencia de Dios, si es que saben lo que es.