Mundo Desconocido

tormenta

, , , , ,

Incoherentes Tormentas Gigantes en Marte

Me gustaría que algún meteorólogo me explicase, ¿Cómo es posible que en un planeta casi sin atmósfera como Marte, se produzcan inmensas tormentas que asolan ese mundo de norte a sur?, y es que recordemos que la presión atmosférica de Marte es 0,636 KPa, recordemos que en la Tierra la presión es de 101,33 Kpa, exactamente 160 veces más…

Pues las tormentas en Marte son sencillamente Inmensas, como se ha descubierto recientemente por NASA, concretamente David Kass del Laboratorio de Propulsión a Chorro de NASA en un informe donde hablan de ciclos de tormentas en las estaciones primaverales marcianas.

Ellos afirman que es debido a la diferencia de temperatura, la pregunta es, si según han explicado recientemente, Marte perdió su atmósfera casi totalmente, como demonios se puede obtener con una presión atmosférica de 0,636 Kilopascales enormes tormentas que levantan inmensas cantidades de polvo.

O… ¿quizás los datos de presión atmosférica que nos entregan las distintas agencias del espacio sobre Marte no son del todo correctos?, ¿acaso la presión atmosférica de Marte es realmente parecida a la Tierra?

Si es por diferencia térmica, dicha diferencia debería ser enorme, y la temperatura máxima registrada en Marte es de 20C (se ha corregido al alza recientemente) y la mínima de -87C en los polos, una diferencia mucho menor que la Tierra, donde las temperatura máxima es de 56,7C y la mínima de -89,2C…. Que alguien me lo explique…

gr
Como se puede ver, la diferencia térmica en Marte es inferior a la de la Tierra, Fuente de la Imagen: NASA/JPL-Caltech

Como vemos, cada vez más incoherencias, parece que el “todo vale” o “nadie se va a preocupar de contrastar los datos” es la máxima… no obstante, el propio Sr. Kass afirma.

             «Todavía tenemos mucho que aprender”

Es evidente…

JL

, , , , , , , , , ,

NÉBULA MARCIANAE

Artículo de Javier Pérez Nieto

Fue en marzo de 2012, cuando un grupo de astrónomos aficionados captaron imágenes de una misteriosa nube que brotaba en el borde del tejo de Marte. Tal fenómeno alcanzó una altura nada despreciable, del orden de entre 200 y 250 kilómetros sobre la superficie. Cuando lo normal es que, dada las particularidades atmosféricas del planeta rojo, los vientos arrastren y eleven el polvo desde la superficie hasta los 50 kilómetros de altura. El evento pudo verse, aunque sólo durante el amanecer marciano, durante diez días consecutivos. Cosa extraña, pues no existe constancia de nada parecido.

 Los Científicos de la Universidad del País Vasco y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) resolvieron indagar las tomas, determinando su brillo en diferentes longitudes de onda, comprobando que la nébula poseía cerca de  500 kilómetros de extensión[1].

 Este hecho no tiene, por el momento momento, explicación alguna.

 Bien pudiera tratarse de una nube, nada convencional,  que, de acuerdo con su brillo, estaría formada por capas de cristales de hielo y dióxido de carbono (de unas 0,1 micras de tamaño (una diezmilésima de milímetro),

eventomarciano

 Sin embargo, refutando esta apreciación,  está la caída de temperatura para la formación de  cristales de agua a 200 km de altura debería de ser de 50°C (100°C si fueran de dióxido de carbono). Cosa que no está convenida.

 En palabras de Agustín Sánchez-Lavega, del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV/EHU, en un comunicado del CSIC:

tormentamarte«Otra posibilidad sería que el penacho fuera producido por aurora, ya que en la región de Cimmeria, donde se registró, existe una intensa anomalía magnética que podría canalizar las partículas cargadas provenientes del exterior y excitar la emisión»

«[…] Sin embargo, esto implicaría una emisión unas 1.000 veces más potente que la de las auroras terrestres, lo que es inviable. Ambas hipótesis, aun siendo las más plausibles, parecen imposibles por cuanto desafían nuestro conocimiento actual de la atmósfera marciana»

Pese a todo, Miguel Ángel López Valverde, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, hace notar que si se confirma que este tipo de actividad es frecuente en Marte, «sin duda tendrían gran importancia, más allá de los aspectos teóricos». Ya que una de las consecuencias inmediatas sería revisar las órbitas de las misiones espaciales y la posible exposición a eventos de este tipo, «porque es justo a esa altura donde se realizan las delicadas maniobras de aerofrenado de los satélites artificiales en órbita alrededor de Marte, con el consiguiente riesgo para cualquier misión planetaria».

El archivo de imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble, registra fotografías de mayo de 1997, en las que se observa la presencia de un accidente semejante en las latitudes ecuatoriales del planeta. En este caso, no se puede determinar su altura con precisión, pero sí medir con más detalle su reflectividad, a la hora de ahondar en su naturaleza.

Como ya le digo este fenómeno, de momento, no ha podido ser explicado por los científicos. Un grupo de investigadores analiza ahora las características de esta nube atípica, cuya presencia a una distancia insólita de la superficie de Marte, podría interferir en las maniobras de aerofrenado de los satélites.

La existencia de este penacho, junto de las implicaciones de este descubrimiento, desafían los conocimientos actuales sobre la atmósfera marciana.

 

[1] Nature.