Este verano, la fuerza aérea de EE.UU. ha decidido dar por finalizado el proyecto HAARP.

El proyecto de antenas de alta frecuencia que costó en su día 300 millones de dólares y que requería un presupuesto anual de 5 millones de dólares para su operatividad ha terminado.

La división de alta tecnología de defensa de EE.UU. (DARPA) y la universidad de Alaska son copropietarios de estas siniestras antenas que han hecho correr ríos de tinta.

Las Palabras de David Walker, subsecretario adjunto de la Fuerza Aérea de los EE.UU. para la ciencia, la tecnología y la ingeniería (DARPA), dijo

«significa un área para la cual no vemos la necesidad para el futuro.”

Pero curiosamente y de manera preocupante, el Sr. Walker añadió.

«Nos estamos moviendo hacia otras formas de gestión de la ionosfera, algo para lo que el HAARP fue diseñado para inyectar energía en la ionosfera y poder realmente controlarla. Pero que el trabajo se ha completado”.

¿Qué quiere decir?  “..Nos estamos moviendo hacia otras formas de gestión de la ionosfera…” es que ¿disponen de otro tipo de tecnología más avanzada que permite hacer lo que el HAARP hacía de manera mucho más eficiente?… quizás sí.

Quizás se refieran a su nuevo desarrollo llamado –Tesla Weapon Platform SBX-1-, posiblemente. Algo que muy pocos conocen y que seguramente después de estas líneas en MD empecéis a ver en las distintas webs del misterio.