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¿Quién fue en realidad el Hombre de la Máscara de Hierro?

No, no fue Leonardo DiCaprio. El hombre de la máscara de hierro existió realmente y, con toda probabilidad, sea el preso más famoso y enigmático de todos los tiempos; quien fue revelado por Voltaire e inspiró a Alejandro Dumas, la identidad del hombre de la máscara de hierro es, aún hoy en día, un completo misterio…

 

LA HISTORIA:

 Voltaire, que vivió entre 1694 y 1778, era un historiador, filosofo, escritor y abogado francés y una de las grandes figuras de la Ilustración. También habló, en una obra de 1752, de la existencia de los dos satélites de Marte un siglo antes de su descubrimiento oficial (1877).

Retratro de Voltaire. Cortesía de accionesdebolsa.com

 En una de sus obras más famosas, “El Siglo de Luis XIV” (1751), Voltare recoge lo que otros compañeros de prisión le habían contado acerca de un extraño personaje y su máscara cuando el escritor estuvo prisionero en la Bastilla en 1717 después de escribir una sátira contra el Duque de Orleans y su hija. Lo que Voltare nos cuenta acerca de ese extraño reo que viajó de presidio en presidio durante largos años fue:

 

Se envió, con máximo secreto, al castillo de la isla de Santa Margarita, en el mar de Provenza, a un prisionero desconocido, de estatura superior a lo común, joven y de la mas bella y fina estampa. Durante el viaje, el prisionero llevaba una mascara cuya mentonera tenía resortes de acero, que le permitían comer con la mascara puesta. Había ordenes de matarlo si se descubría. Permaneció en la isla hasta que un oficial de confianza, llamado Saint-Mars, alcaide de Pignerol, designado alcaide de la Bastilla en el año 1690, fue a buscarlo a la isla Santa Margarita y lo condujo a la Bastilla, siempre enmascarado. El marques de Louvois fue a verlo a la isla antes del traslado. El desconocido fue llevado a la Bastilla, donde se le alojó espléndidamente. No se le negaba nada de lo que pedía. Su mayor gusto era por la ropa de una fineza extraordinaria y por los encajes. Tocaba la guitarra. Se le daba la mejor comida y el alcaide rara vez se sentaba delante de él.

 

Esta es la referencia al prisionero que encontramos en la obra del ilustre historiador francés y, según parece, se ajusta a la realidad, ya que la historia del hombre de la máscara de hierro se pierde en una celda de la fortaleza de Pignerol en 1669. En 1665, el mosquero de confianza tanto de Luis XIV como de su ministro Louvois, Benigne de Saint-Mars, es nombrado comandante de dicho castillo situado en el corazón de los Alpes. El 19 de julio 1669, llega a Pignerol una misiva firmada por Louvois en la que se informa a Saint-Mars que, durante el próximo mes, llegaría un nuevo prisionero al castillo. El nombre del reo era Eustache Dauger. A la vez, se le dan instrucciones muy concretas a Saint-Mars. Debía preparar una celda con varias puertas superpuestas para que nadie “pueda escuchar dentro”. Solo recibiría la visita de Saint-Mars una vez al día y solo para pedirle lo que considerase necesario, so pena de asesinarlo si decía cualquier otra cosa mas.

 La carta presenta una peculiaridad que resulta bastante enigmática, y es que la letra que corresponde al nombre del prisionero (Eustache Dauger) es distinta a la del resto del texto, lo que ha empujado a muchos historiadores a suponer que el groso del mismo fue escrito por algún empleado al dictado de Louvois y que, sería el propio ministro a posteriori, quien añadiese el nombre, lo que podría indicar que el nombre era una tapadera para ocultar la verdadera identidad del reo.

Saint-Mars. Cortesía de wikipedia.org

 En la fortaleza de Pignerol, Saint-Mars vigila también a dos importantes presos. Uno de ellos es un antiguo ministro llamado Nicolas Fouquet que había sido puesto en prisión por supuesta malversación de fondos y el otro, el duque de Lauzun, que se había comprometido con la prima de Luis XIV (la duquesa de Montpensier que estaba considerada como “la heredera mas grande de Europa”) sin el consentimiento de este.

 

Por aquella época, cada preso de cierta importancia poseía, a su servicio, un asistente en su cautiverio. Se tiene constancia de que Dauger fue sirviente de Fouquet cuando el suyo estuvo enfermo. En 1675, Saint-Mars envía una petición formal a Louvois para que Dauger haga las labores de “criado” de Fouquet, ya que en la carta que había sido enviada a Pignerol se hacia explicita referencia a que Dauger solo era un “sirviente de cámara”. Louvois accede a la petición; pero da instrucciones de que Dauger solo puede estar en contacto con Fouquet y con nadie más, ni siquiera con Lauzun al que se prohibió tener contacto o conocimiento alguno de la existencia de Dauger.

Probablemente, tal prohibición se debió a que Fouquet jamas sería puesto en libertad, al contrario que Lauzun; por tanto,  si aquel tenía conocimiento y contacto con el misterioso preso, el secreto jamas saldría de las cuatro paredes de la celda de Fouquet.

Sin embargo, cuando Fouquet muere en la soledad de su celda el 23 de marzo de 1680, Saint-Mars descubre un pequeño agujero secreto entre las celdas de este y Lauzun (que estaban una encima de la otra), por lo que es muy probable que Lauzun tuviese conocimiento de la existencia de Dauger y las posibles confidencias entre éste y Fouquet. Lauzun negó categóricamente que por aquel agujero hubiese existido cualquier tipo de comunicación entre él y Fouquet. No obstante, Louvois da instrucciones de que Lauzun ocupe la celda de Fouquet y se le informe que Dauger solo era un sirviente que había sido puesto en libertad. Lauzun fue liberado en 1681.

 

Saint-Mars deja Pignerol en 1681 y asume la comandancia del fuerte de Exilles. Dos prisioneros le siguen. Uno de ellos es el hombre de la máscara de hierro. Cuando, en 1687, se convierte en el gobernador de la isla de Santa Margarita, frente a Cannes, lleva a uno de los dos hombre consigo (el otro probablemente era La Riviere, que murió en 1687). El cautivo es escondido en un carruaje cerrado, recubierto de moleskín.

El 18 de septiembre de 1698, Saint-Mars es nombrado comandante de la Bastilla. Un prisionero le sigue acompañando. Para ocultar su identidad, Saint-Mars le cubre el rostro con una mácara de terciopelo negro. Conocemos los detalles exactos pues, después de la revolución francesa, todo el edificio que representaba la represión absolutista (la Bastilla) fue destruido y no queda hoy nada de aquella impotente fortaleza. Lo que sí nos han llegado son algunos de los documentos de intendencia del presidio y, en especial, el diario de uno de los carceleros donde se inventariaba cada uno de los movimientos del penal:

 

“El 18 de septiembre, a las tres de la tarde, el nuevo gobernador de la Bastilla, el señor de Saint-Mars, ha tomado oficialmente el mando de esta prisión. Viene de la isla de Santa Margarita y San Honorato y ha traído con él, en una litera, a un viejo prisionero que ya custodiaba en Pignerol. Siempre lleva una máscara y no me han dicho su nombre, ni siquiera ha sido registrado…”

 

Finalmente, el 19 de noviembre de 1703, el misterioso prisionero muere en la Bastilla y es enterrado con el nombre de Marchiali en el cementerio de San Pablo de París. El diario del carcelero nos vuelve a dar constancia de ello:

 

“Lunes 19 de noviembre de 1703: el prisionero que el señor Saint-Mars trajo con él de la isla de Santa Margarita y estuvo aquí largo tiempo, murió a las 10 de la mañana […] el prisionero llevaba siempre una mascara de terciopelo negro”.

 

Y es que la “máscara de hierro” pudo solo haber sido un mito y el prisionero solo llevaría una máscara de terciopelo negro o, al menos, la máscara de hierro solo la llevaría en contadísimas ocasiones.

 Parece imposible, a los ojos de la medicina, que un hombre pueda sobrevivir llevando durante más de 30 años, una mascara de tales características sin quitársela nunca. El interior de dicho antifaz seria cálido, húmedo y graso, lo que proporcionaría las condiciones idóneas para la proliferación de hongos y bacterias. La piel estaría profundamente herida y encarnecida por el rozamiento con el metal, lo que podría provocar que parte de esos microorganismos nocivos entrasen en el torrente sanguíneo y terminasen por provocar la muerte por septicemia. Por lo tanto, la imagen del hombre portando permanentemente una máscara hecha de hierro puede ser, cuanto menos, un mito. Lo que sí parece constatado es que aquel prisionero siempre llevaba el rostro tapado –al menos en publico- bien por una tela de terciopelo o bien por una máscara de hierro.

 Con respecto a la identidad de aquel enigmático reo, mucho se ha especulado y las teorías han sido de lo mas variadas y cambiantes a lo largo de los siglos.

 

LOS CANDIDATOS:

 

Eustache Dauger:

 En la carta que Louvois le envía a Saint-Mars en Pignerol, se refiere al hombre de la máscara como Eustache Dauger… ¿Existió alguien con ese nombre? Parece que sí. Estauche Dauger nació el 30 de agosto de 1637 y fue uno de los hijos de François Dauger, capitán de la guardia de Richelieu.

En abril de 1659, Eustache (que por entonces servía en el ejercito) fue invitado a pasar las fiestas de Pascua en el castillo de Roissy-en-Brie. Allí, supuestamente, se habían llevado a cabo actos turbios y sórdidos entre los invitados, como atacar a un hombre que decía ser el abogado del cardenal Mazarino, llevar a cabo misas negras, fiestas homosexuales o comer cerdo en cuaresma.

Cuando esto se hizo publico se produjo un mayúsculo escándalo entre la sociedad de la época, lo que llevo a apresar a Dauger.

Otros opinan (como el historiador Duvivier) que Dauger no fue puesto en prisión por los hechos del castillo de Roissy-en-Brie sino por el asunto de los venenos que salpicó Francia entre 1677 y 1682.

Una serie de destacados miembros de la aristocracia francesa estuvieron implicados en una trama de envenenamientos y brujería, en el que habían sido asesinados varios miembros de lo mas alto de la sociedad francesa en tramas de herencias y asuntos satánicos. Estuvieron implicados más de 440 acusados y, uno de ellos sería, presuntamente, Dauger.

Durante la investigación se estimó que el proveedor de los venenos sería un cirujano llamado Auger. Según Duvivier, Dauger se habría convertido en Auger al verse desheredado y sin dinero.

De hecho, poco después de la muerte de Fouquet en la cárcel (cuando Dauger le habría servido como asistente), parece que existió una misiva (ahora desaparecida) entre Louvois y Saint-Mars en la que se hacia referencia a unos “medicamentos” lo que podría indicar que todo sería también parte del complot de los venenos para asesinar a Fouquet en la lucha entre Louvois y su rival Colbert por el poder.

 Sin embargo, han aparecido pruebas de que Dauger,  en realidad, murió en la prisión de Saint-Lazare. Los documentos que se conservan indican que Dauger ya se encontraba preso en Saint-Lazare cuando “le hombre de la máscara de hierro” entra en Pignerol. Existe ademas una carta enviada a Saint-Lazare firmada por Colbert y Luis XIV donde se dan instrucciones de que Dauger no pueda tener contacto por carta con su hermana desde una fecha determinada (se carteaban muy a menudo desde su celda de Saint-Lazare).

Esto hace suponer que Dauger solo fue un nombre falso para esconder la verdadera identidad del preso de la máscara de hierro.

 

D´Artagnan:

 Roger MacDonald, un historiador inglés, defendió la idea de que el hombre de la máscara de hierro escondería la identidad del famoso mosquetero D´Artagnan. Afirmó esto en base a los escritos de  Coutilz de Sandras, quien estuvo prisionero en la Bastilla entre 1702 y 1711 y donde habría, supuestamente, coincidido con el hombre de la máscara que le habría revelado ser D´Artagnan. Esto supondría que la figura de D´Artagnan no sería una mera invención de Alejandro Dumas como algunos estiman, sino que –aunque no hubiese sido el hombre de la máscara de hierro- sería una figura real.

En cuanto a esta hipótesis, se presenta ciertamente improbable, ya que no esta demostrado, ni mucho menos, que la figura del mítico mosquetero fuese real, aunque sí encajaría la buena relación que “el hombre de la máscara de hierro” y Fouquet mantenían en prisión, pues ambos “eran”  grandes aliados en la corte de Luis XIV. También se presenta cuanto menos extraño que de Sandras haya podido tener contacto y conversaciones regulares con la máscara de hierro, pues era un preso aislado e incomunicado con los demás.

Por otra parte, de haber sido real, D´Artagnan habría muerto en el sitio de Maastricht el 25 de junio de 1673 y  enterrado con honores por el propio Luis XIV.

 

 

El legendario mosquetero D´Artagnan. Cortesía de Wikipedia.org

 

Antonio Mattioli:

 La teoría de que detrás de la máscara de hierro se encontraba el rostro de Antonio Mattioli fue una de las teorías favoritas durante el Siglo XIX. Dado que nuestro misterioso personaje fue enterrado bajo el nombre de Marchioli, se consideró como prueba suficiente para atribuirle la personalidad de este diplomático italiano.

Mattioli era ministro, por aquel entonces, de Carlos IV, duque de Mantua. Como marques de Monferrato, Carlos IV poseía la fortaleza de Casale Monferrato.

Luis XIV, guardaba deseos de posesión sobre la misma, y estaba dispuesto a pagar 100.000 coronas por ella. El problema era que después de la ocupación francesa, la venta de la fortaleza acarrearía graves problemas, de tal manera que la transacción debía mantenerse en secreto hasta completarse.

Mattioli, que había negociado con Luis XIV, recibió grandes emolumentos de éste por su cooperación y discreción, pero cuando los franceses estaban a punto de de ocupar el castillo, Mattioli reveló el acuerdo secreto a los gobiernos rivales de Francia (España, Austria, Venecia y Saboya). Luis XIV se vio obligado a cancelar el acuerdo y no se hizo con la fortaleza hasta años más tarde.

Luis XIV consiguió apresar a Mattioli en 1679 y fue encarcelado en Pignerol.

Se ha descartado que Mattioli fuera el hombre de la máscara de hierro. A pesar de el inmenso ultraje al que sometió a Luis XIV, se tiene constancia de que Mattioli falleció en la prisión de Santa Margarita en 1694 y jamas llego a ocupar celda alguna en la Bastilla.

 

James Scott de Monmouth:

 El duque de Monmouth era un hijo ilegitimo de Carlos II de Inglaterra y su amante Lucy Walter.

A la muerte de Carlos II, su hermano Jacobo (Jacobo II) ocupó el puesto de rey de la corona Inglesa. Monmouth, que por aquella época gozaba de gran popularidad en las islas británicas por sus éxitos como comandante, lleva a cabo una revolución, en 1685, en contra de su tío Jacobo autoproclamándose como legitimo heredero al trono de Inglaterra.

Tras una cruenta batalla en Hampshire entre las tropas regulares de Jacobo II y las fieles a Monmouth, éste fue derrotado y hecho prisionero.

Según la historia, Monmouth fue ejecutado en Tower Hill el 15 de julio de 1685; aunque según la leyenda, Jacobo II habría sentido compasión por el que, en definitiva, era su sobrino y sangre de su hermano, por lo que su ejecución habría sido una farsa.

Uno de acontecimientos que ayudó a forjar la leyenda, es un extraño retrato de Monmouth. Al parecer, justo después de ser decapitado, el gobierno se dio cuanta de que no existía ningún retrato del duque en vida, por lo que se exhumó el cadáver, se le cosió de nuevo la cabeza al cuerpo, y se le recostó en un cama de modo que pareciese dormido para realizarle un cuadro.

Sin embargo, sí existían,  al menos, dos retratos de Monmouth antes de su muerte y que podemos apreciar actualmente en la National Portrait Gallery de Londres. ¿Qué empujó entonces a pintar tan macabro cuadro? Según la hipótesis de algunos, era la de demostrar la muerte de Monmouth (que en el retrato solo estaría vivo y posando) y lo que en realidad ocurrió, es que fue entregado por Jacobo II a su primo Luis XIV para que lo recluyese en alguna perdida prisión francesa  para que nadie, nunca mas, supiese de su rebelde sobrino. Se transformaría entonces en el hombre de la máscara de hierro, condenado a ocultar su identidad de por vida.

 

 

El extraño y macabro retrato de Monmouth después de ser ejecutado. Cortesía de epimg.net

 

Vivien de Bulonde:

En 1890, el historiador militar Louis Gendron descubrió unas cartas codificadas en las que se hablaba de un prisionero llamado Vivien de Bulonde. Según el ministro Louvois, este personaje era un general de los ejércitos franceses que habría ordenado la retirada de sus tropas durante el sitio de Cuneo por las milicias austriacas en 1691.

Luis XIV consideró este gesto como un acto de cobardía y alta traición hacia la corona francesa, por lo que ordenó la puesta en prisión del general. En una de las citadas cartas, Luis XIV da minuciosas instrucciones sobre el cautiverio de Bulonde:

“… que se le conduzca a la fortaleza de Pignerol, donde debe ser cerrado en una celda y custodiado en la noche, y se le permitirá caminar por las almenas durante el día con una mascara puesta”.

Las fechas de las cartas encajarían con las fechas relativas al cautiverio de el hombre de la máscara. Sin embargo, en el Siglo XVII francés, la expresión “avec un masque”, se traduciría como “con una persona enmascarada”. A la vez, tampoco encajaría en la historia el hecho de que la detención y puesta en prisión de Bulonde no fue, ni mucho menos, un secreto y fue publicado en varios periódicos de la época. Además, según las crónicas, Bulonde fue puesto en libertad poco tiempo después. Su muerte también esta registrada en 1709, seis años después de la de nuestro extraño personaje.

 

Moliere:

Uno de los candidatos mas sorprendentes sobre la identidad de la máscara de hierro fue el de este famoso dramaturgo francés. Bajo esta hipótesis, presentada por el investigador Anatole Loquin, Moliere no habría muerto en escena en febrero de 1673 a los 51 años mientras representaba “El enfermo imaginario”,  si no que habría sido encarcelado en secreto por Luis XIV debido a que sus obras no eran del agrado del monarca por mofarse de los asuntos de la corte.

Sin embargo, esta teoría se presenta insostenible, ya que Luis XIV era gran amigo y admirador de Moliere. De hecho, lo nombró director de las diversiones de la corte e, incluso, tuvo el honor de ser el padrino del primer hijo del monarca; y cuando la Iglesia se escandalizó con su obra “Tartufo”, Moliere siempre gozó del apoyo y la protección de Luis XIV. Todo ello hace muy poco creíble que la máscara de hierro fuese Moliere en persona.

 

 

Retrato de Moliere. Cortesía de Wikipedia.org

 

 El hermano secreto de Luis XIV:

 Esta fue la teoría defendida por Voltaire y que más tarde inspiraría a Alejandro Dumas para escribir su novela “El vizconde de Bragelone”. El hombre de la máscara de hierro, sería un hermano ilegitimo de Luis XIV fruto de los supuestos encuentros carnales entre su madre Ana de Austria y el cardenal Mazarino o el conde de Buckingham.

Sin embargo, Dumas pensaba que se trataba de un hermano gemelo secreto de Luis XIV por lo que estaría condenado a ocultar su rostro durante toda su vida.

Esta teoría, muy de moda en el Siglo XVIII parece que no encaja con la posible identidad del misterioso preso de la máscara. Y es que los nacimientos reales eran verdaderos eventos públicos en la Francia del Siglo XVII; la reina siempre estaba rodeada de gente, e incluso después del alumbramiento, había un gran número de personas, sirvientes y médicos con ella. De haber nacido otro niño no podría mantenerse en secreto. La verdad es que parece que la historia nacida de Voltaire sobre el supuesto parentesco entre el prisionero y Luis XIV solo fue un intento de atacar y desprestigiar la figura del monarca Borbón como gobernante absoluto del estado francés.

 

La conspiración real:

 Existe una teoría que defiende la conspiración dentro del seno de la casa real francesa pero que poco o nada tiene que ver con la existencia de un hermano del “Rey Sol”.

Esta teoría defiende que la identidad del hombre de la máscara sería la del padre “real” de Luis XIV, condenado a ocultar su identidad y su secreto.

Es sabido que Luis XIII no tuvo relaciones carnales con su mujer Ana de Austria en los veinte años anteriores al nacimiento de Luis XIV lo que, o convertiría el alumbramiento en un completo milagro, o Ana de Austria bien pudiera haber tenido un amante cuyo fruto fue legitimado como heredero al trono de Francia.

Antes del nacimineto de Luis XIV, el sucesor a ocupar el cargo de rey era el hermano de Luis XIII, Gaston de Orleans. Gaston no gozaba de las simpatías ni del propio Luis XIII ni de por el que entonces era quien llevaba los asuntos de la corona, el Cardenal Richelieu. Esta situación pudo haber forzado al famoso cardenal a buscar un candidato para intimar con la reina, darle un hijo, y así terminar con las aspiraciones de Gaston de Orleans; todo ello bajo el beneplácito de Luis XIII, quien tampoco deseaba ver a su hermano coronado como rey.

Presuntamente, quien había sido elegido para proporcionar un heredero a Francia habría sido el duque de Beaufort.

Beaufort fue un noble muy popular en la época que, supuestamente, moría en Candia en junio de 1669. Según la historia, cayó presa de los turcos, los cuales le apresaron, le asesinaron y lucieron su cabeza por las calles de Estambul a modo de trofeo.

Pero, lo que parece, es que tal vez no haya sido capturado por los turcos, si no detenido secretamente por la guardia francesa por orden del Luis XIV.

 Se piensa que, tres años antes, en su lecho de muerte, su madre Ana de Austria habría confesado a Luis XIV quien era su verdadero padre y el secreto real que ella, Richelieu y Luis XIII guardaban. Cuando su madre hubo fallecido, el único superviviente sobre el secreto de la concepción de Luis XIV era el duque de Beaufort. Puede que temiendo el escándalo y futuras luchas por la legitimidad de la sucesión en Francia si el duque decidía desvelar todas los secretos y vergüenzas reales, Luis XIV lo hubiese hecho apresar sirviéndose de la contienda contra el ejercito otomano y lo hubiese confinado de por vida en lugar de asesinarlo. El duque era toda una personalidad en Francia, por lo que lo se habría ocultado bajo una máscara perpetua prohibiéndole hablar fuera de lo puramente necesario.

Esta hipótesis parece poco probable si consideramos la época en la que el hombre de la máscara de hierro actuó como sirviente de Fouquet. Si nos ceñimos a la mentalidad de entonces, era totalmente impensable someter a un descendiente de sangre real a cualquier actividad que rebajase su dignidad. Los miembros de la mas alta alcurnia de la aristocracia podían ser encarcelados o ejecutados, pero jamas se les reduciría a la condición de sirvientes.

El duque de Beaufort… ¿Padre secreto de Luis XIV?

 

Un preso anónimo:

 Puede que la leyenda del hombre de la máscara de hierro solo se haya transformado en parte de un mito de la época para desprestigiar el régimen absolutista de los Borbones entre una sociedad que ya ansiaba aires de cambio y libertad. El hombre de la máscara bien puedo ser un preso común, un fantasma perdido entre el sistema gubernamental y penitenciario de la época, donde no era algo excepcional cubrir el rostro de los condenados en publico. Tal vez solo era un prisionero relacionado con el L´affaire des venenos (el asunto de los venenos) que pasó el resto de sus días viajando de penal en penal y de celda en celda.

 

Lo que si perdura hasta la actualidad es por qué este personaje es encarcelado con tantas precauciones y, si su delito era tan gravoso o peligroso, no fue ejecutado. Queda claro que se le consideró tan sumamente importante (u odiado) que se estimó necesario no solo aislarlo para impedirle revelar lo que fuera que conocía, sino que también se cuido de esconder escrupulosamente su rostro que, quien sabe, tal vez contendría un secreto en si mismo…

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Bisfenol A

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El Gobierno francés ha anunciado una propuesta para la prohibición en la Unión Europea (UE) del empleo del bisfenol A (BPA) en los tickets de supermercado y resguardos bancarios. La decisión no obedece a otro motivo que a los riesgos que plantea para la salud.

Ha sido la ministra francesa de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, Delphine Batho, quien ha propuesto a la Comisión Europea esa prohibición después de que se conocieran los resultados de la investigación realizada por la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, el Medio Ambiente y el Trabajo (ANSES).

Este organismo  confirmó  lo que ya se venía anunciando desde hace algún tiempo: Esa sustancia, empleada para la impresión en esos recibos o el recubrimiento de las latas de conserva, puede causar contaminación en los seres humanos por vía cutánea,  suponiendo un riesgo para trabajadores como los que trabajan en las cajas de supermercados.

El BPA es una sustancia química contaminante que está presente en el plástico policarbonato con el que se fabrican las botellas, así como en las resinas epoxi, utilizadas, entre otras cosas, para recubrir el interior de las latas de comida y bebida.

Otros estudios además del mencionado han indicado en los últimos años que la presencia de bisfenol A en los resguardos impresos constituye un riesgo para la salud haciéndose  necesario que la UE incluya ese tóxico químico en la lista del reglamento de Registro, Evaluación y Autorización de Químicos (REACH, en sus siglas en inglés).

Batho señaló que ANSES se encargará de preparar el proyecto de decisión para someterlo a la Comisión Europea pero lanzó una petición a los industriales galos para que comiencen a aplicar un plan de sustitución de esa sustancia.

El informe de ANSES indica que el bisfenol A, presente en plásticos, latas de bebidas, conservas o amalgamas dentales es un riesgo que afecta a las mujeres embarazadas y, por su exposición a la sustancia, también para el feto.

El estudio indica que los individuos expuestos al bisfenol A ya desde que se encuentran en el útero materno tienen un riesgo mayor que otros a desarrollar cáncer durante su vida. Por no mencionar que también es un disrruptor endocrino.

El bisfenol A ha sido asociado  a alteraciones inmunológicas, efectos tiroideos, obesidad, problemas de fertilidad femeninos y masculinos, poliquistosis ovárica, anomalías cromosómicas en los fetos, adelanto de la menstruación en niñas, alteraciones prostáticas y malformaciones genitourinarias entre otras.

Investigaciones estadounidenses, publicadas en la Revista de la Asociación Médica Americana, basada en el seguimiento de centenares de personas adultas a las que se midió su nivel de concentración de bisfenol A en orina y la posible vinculación de eso con diversos problemas, encontró que existía una clara relación con la diabetes tipo 2, con problemas con los enzimas hepáticos y con problemas cardiovasculares. Mientras se achaca al sedentarimo y la mala alimentación (lo que es considerada como tal), estos efectos que una vez más han demostrado ser no vinculantes.

En animales se a apreciado como  el bisfenol A es responsable de una menor producción de esperma, anomalías genitales masculinas, cambios de conducta que entrañan cosas como mayor agresividad o peor cuidado de las crías y alteraciones en el tejido mamario que pueden propiciar el desarrollo de tumores (¿porqué la incidencia del cáncer de mama se ha convertido en una enfermedad tan común que es considerada casi de obligado paso?).

 

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Venenos. Segunda parte: Compuestos Orgánicos Volátiles.

Volátil

Lo prometido es deuda. Por ello es que hoy les presento la segunda parte de la saga «Venenos». Que ya les digo que será menos «truculenta» (a petición popular) que la anterior, aunque igualmente interesante.

Hoy día, existen situaciones o dependencias donde pueden darse exposiciones intensas a cierto tipo de sustancias contaminantes, pero también, más frecuentemente, situaciones de exposiciones a tóxicos en baja concentración que a largo plazo  pueden acabar erosionando la salud de una forma menos perceptible, pero más contundente. Y es que las recomendaciones diarias o exposiciones recomendadas quedan en agua de borraja debido a este hecho.

Vivimos en el tiempo de: «Por un poco no pasa nada», pero es la suma de esos pocos la que realmente está causando estragos. Por ponerles un ejemplo, los móviles vienen marcados con las radiaciones que emiten y cómo éstas están dentro de los márgenes de tolerancia Watio/Kilo. Ahora cojan cincuenta o sesenta móviles, réstenle uno (yo no uso), y métanlos todos en un autobús interurbano, tren o metro (con conexión wi-fi, que somos muy modernos) y sumen todos los Watios/Kilo emitidos al unísono. El margen no sólo se agranda sino que sobrepasa los límites establecidos (de los que hay que decir que en España son mucho más grandes que en casi cualquier país y no porque seamos de una pasta «especial»).

Otro ejemplo sería el tan aclamado flúor. Un dentífrico no contiene unas dosis excesivas de flúor, el agua lo contiene dentro de unos márgenes de salubridad, los chicles y caramélos también hacen lo propio con este elemento, algunas sales de mesa y otros tantos elementos. Ahora, sume las dosis de todos los elementos que lo contengan y de los que haga uso y verá como cambia el cuento.

De móviles y «flúores», les hablaré en otra ocasión. Hoy les hablaré del aire que respiramos ya que, desde mi óptica particular, considero que el aire es un factor determinante a la hora exponernos a ciertos tipos de tóxicos.

A muchas personas les preocupan problemas tales como la contaminación atmosférica urbana, que traducen – de una manera tan televisiva como sintética – en el humo de los coches (malo), el humo de las fábricas (malo, malo) y el de los cigarrillos de los fumadores (malo, malo, más que malo). Sin embargo, es más que probable que la contaminación del aire que más esté castigando nuestra salud no sean precisamente ésas, sino la que respiramos dentro de los edificios.

Los occidentales pasamos la gran mayoría de nuestro tiempo, dentro de espacios cerrados de toda índole y condición, como puedan ser: nuestros hogares, centros de estudio, de trabajo, comerciales o de ocio1. La contaminación que hay dentro de uno de estos lares es, de hecho,  varias veces superior a la que hay de media en una calle sumamente poluta.

Es un hecho, conocido por la comunidad científica2, que buena parte de nuestra exposición a contaminantes, se da en nuestros propios hogares. Y ello es algo que ha de movernos a reflexionar y, sobre todo, a actuar ya que en nuestras moradas pueden acumularse una ingente cantidad de agentes químicos nocivos procedentes de diversas fuentes, entre las que podemos destacar los compuestos orgánicos volátiles.

Los compuestos orgánicos volátiles (COVs, en adelante) son destacados contaminantes del aire. Normalmente se trata de hidrocarburos que a temperatura ambiente normal tienden a ser gaseosos y, por lo tanto, que pueden ser respirados. Por ejemplo ambientadores.

En las ciudades, verbigracia, se generan ingentes cantidades de COVs por la combustión de gasolina, y generan un considerable problema ambiental y sanitario, ya que no sólo son contaminantes dañinos por sí mismos, sino que al mezclarse con los óxidos de nitrógeno generan ozono, que por su parte es muy problemático también (sobre todo por la acción de los terpenos, que al combinarse con el ozono de los espacios cerrados producen formaldehido). Esta importancia de los COVs (por ejemplo el CO2) como contaminantes atmosféricos a gran escala ha atraído más atención legislativa que la que tiene que ver con la exposición más directa a ellos de las personas en edificios, por ejemplo. De hecho existe una serie de científicos que argumentan que las leyes sobre las emisiones de CO2, en realidad no obedecen al asunto del calentamiento global3 (aunque bien pudieran agravarlo), sino a que la combustión de ciertos elementos generadores de COVs nos está matando (cosa que evidentemente no aparecerá en la oracular pantalla de un televisor).

En los espacios cerrados pueden acumularse mucho más contaminantes volátiles al ser liberados desde disolventes, pinturas, pegamentos, plásticos, ambientadores y productos de limpieza (no sólo el humo de un cigarrillo, sino también el incienso que tanto le gusta y le relaja, porque usted es muy espiritual ¿verdad?). Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de los EE.UU. la concentración de estos compuestos suele ser varias veces más alta (más del doble en promedio según diversas fuentes), en espacios cerrados (como puedan ser los domicilios particulares) que en el exterior. En algunos casos – agárrese la peluca –  hasta 10 veces más alta que en el exterior en una planta petroquímica. Casi nada.

Son cientos de sustancias contaminantes diferentes. Entre los compuestos orgánicos volátiles tenemos sustancias como el formaldehido o el clorobenceno, y disolventes como benceno, tolueno, xileno, acetona, y percloroetileno (o tetracloroetileno).

Estas esencias pueden ser encontradas, en disolventes de pinturas y lacas, en las colas de los aglomerados de madera (que nunca fueron tan ecológicos como usted creía ya no sólo por la melanina4), y en determinados materiales de construcción, antipolillas, ambientadores, fragancias, fijadores para el cabello, aerosoles, pesticidas domésticos, cosméticos, pegamentos, limpia grasas, alfombras, impresoras (el tóner es carcinógeno) o materiales de dibujo y artesanía.

Algunas situaciones que pueden dar lugar a una prolongada exposición a compuestos orgánicos volátiles son: estar en una casa nueva con mucha madera conglomerada (o haber amueblado con mucha madera nueva de ésa clase, por ejemplo la de los muebles desmontables), haber usado determinados limpiadores químicos, haber hecho una reforma en casa, haber usado disolventes, pinturas o pesticidas, etc.

Los síntomas más inmediatos, por ejemplo ante exposiciones intensas, son irritación de la conjuntiva, molestias en nariz y garganta, cefalea, reacción alérgica de la piel, disnea (dificultad para poder respirar), náuseas, fatiga, mareos…

El vapor de formaldehido  llega a provocar  sangrado nasal si la exposición, además de prolongada, es fuerte.

Otras manifestaciones causadas por los COVs son trastornos de memoria, pérdida de coordinación, problemas visuales e hipersensibilidad entre otras.

Los efectos sobre la salud que pueden generar son muy variados dependiendo de cada compuesto volátil en particular. Muy frecuentemente, pueden acabar generando daños al sistema nervioso, al hígado o los riñones, que actúan como órganos diana.

Entre los compuestos volátiles se cuentan sustancias muy tóxicas. Por ejemplo, que pueden causar cáncer. Como el benceno, el óxido de estireno, el percloroetileno o el tricloroetileno. Otras, además de eso, pueden causar alteraciones hormonales, como sucede con el estireno o el formaldehido.

Muestra del carácter hostil de estos compuestos son los estragos que hacen en los embriones en los laboratorios de fecundación «in vitro», en los que hay que adoptar medidas extremas para filtrarlos y eliminarlos del aire (mediante cosas tales como filtros especiales con carbón activo y otros sistemas que deben ser continuamente vigilados).

La contaminación por COVs en los hogares es algo sobre lo que apenas se hace seguimiento alguno, a pesar de que se sabe que puede tener efectos sanitarios importantes. Y las normas existentes son muy limitadas a la hora de prevenir el problema debidamente. Es cierto que se ha hecho cierto esfuerzo, por ejemplo, para reducir la liberación de COVs debidas a los disolventes, pero queda demasiado por hacer en ése aspecto y en otros.

Otro factor, igualmente preocupante, es el polvo  que inhalamos de continuo en casa, pudiendo hacer que una amplia serie de contaminantes pasen a nuestra sangre a través de la respiración. Cada día respiramos entre 15.000 y 20.000 litros de aire. Por otro lado, pasamos cerca de un 70% de nuestro tiempo en espacios cerrados (16.8 horas de media con una tolerancia aproximada del ± 10%, para una ciudad media como Madrid5).

En el año 2009, varias instituciones científicas de EE.UU., con apoyo de la Agencia de Protección Ambiental, publicaron un informe  muy elocuente. Se tomaron muestras en el aire  de diferentes dependencias de numerosas casas, reconociendo más de 400 sustancias compuestos químicos. Había, por ejemplo, residuos de DDT en la mayoría de las casas,  y de PCBs en más de la mitad de ellas , pese a ser sustancias prohibidas hace muchas décadas. También altos niveles de pesticidas como el diazinon o el  clorpirifos. Y por supuesto,  ftalatos  de las fragancias. También quedaron 120 sustancias sin identificar (muchas de ellas con estructuras semejantes a las de las fragancias sintéticas).

En 2003 la Universidad de Exeter  analizó para Greenpeace el polvo de gran cantidad de casas de países europeos , como España. La muestra podía ser indicativa de lo que puede respirarse en cualquier hogar convencional. Detectándose alquilfenoles, ftalatos, el insecticida permetrina, retardantes de llama, compuestos organoestánnicos, parafinas cloradas (velitas de hippy), etc.

Sustancias, todas, que se asocian  (siempre por estudios científicos) a diferentes problemas de salud , a veces a niveles bajos de concentración, a problemas como cáncer, daños al sistema nervioso, alteraciones hormonales y perturbaciones inmunológicas.

Otros estudios se han centrado en medir solo algunos contaminantes hormonales en las casas, como alquilfenoles o ftalatos, arrojando datos igualmente alarmantes.

Se ha estudiado, por ejemplo, la concentración de contaminantes -ftalatos, bisfenol A, alquilfenoles…- que situaciones como la descrita pueden estar originando en sectores de población muy sensibles como los niños. Y ello está causando gran inquietud.

Las sustancias químicas tóxicas que acaban integrando la composición del polvo doméstico proceden en buena medida de cosas que hay en nuestras casas: electrodomésticos y aparatos electrónicos, suelos de PVC, tejidos, muebles, alfombras y moquetas, productos de la limpieza, pinturas, juguetes, productos de aseo, perfumes, ambientadores o pesticidas domésticos.

Por otra parte tenemos que bastantes personas, por ejemplo, viven junto a instalaciones industriales desde las que pueden emitirse grandes cantidades de contaminantes químicos (refinerías, industrias del cloro, papeleras, metalúrgicas, incineradoras o plantas de tratamiento de residuos tóxicos). Y también hay que estar atentos a otras zonas donde se utilizan profusamente productos químicos tales como los pesticidas en algunas áreas agrícolas. Vivir cerca del campo (o en dentro de él) se ha convertido en lo contrario a lo que debería.

Pero no hace falta que ésas fuentes de emisión o vertido de contaminantes estén a nuestra vista para que puedan alcanzarnos, no.  Debido a su volatilidad  muchos de ellos de ser transportados hasta nuestra casa por el aire, cuando no por el agua. Ya que el pesticida del campo lejano se filtra al acuífero del que nos proveemos de agua.

Además de la contaminación industrial, está también la generada por los grandes núcleos urbanos. Muchos cientos de millones de personas, según la OMS, viven en ciudades con un aire que no se considera saludable. Y se sabe que la polución atmosférica urbana viene de la mano con un mayor riesgo de afecciones tales como asma, alergias o problemas cardiovasculares. Si ha decidido tirar sus velitas, su incienso y sus ambientadores, no tiene ningún tipo de garantía. Al abrir una ventana entrará por ella lo de otro y malo será que entre lo de su «bencino»6. Que a lo peor le entran en casa Bayer y Nemacur.

Continuará…

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1.- Paradójicamente no se puede fumar porque es malo y mata, pero sí que se pueden emplear químicos altamente tóxicos (cuando no explosivos) para crear efectos visuales en forma de luz, humo, sonido, etc…

2.- Por ejemplo en los siguientes estudios:

a) Opinion on risk assessment on indoor air quality. Scientific Committee on Health and Environmental Risks (SCHER). Approved by the SCHER at the 17th plenary of 29 May 2007 after public consultation.

b) Total health assessment of chemicals in indoor climate from various consumer products. Allan Astrup Jensen  FORCE Technology and Henrik N. Knudsen SBi-Danish Building Research Institute. Survey of Chemical Substances in Consumer Products, No. 75 2006. Environmental Protection Agency. Ministry of the Environment. Denmark.

c) What household chemicals and products can pollute indoor air?. The SCHER opinion states.

3.- De hecho, la temperatura media de los planetas del sistema solar a aumentado.

4.- Es el plástico que da apariencia de madera veteada a los tableros de aglomerado. Por su elevado contenido en nitrógeno han sido utilizados fraudulentamente para adulterar alimentos para mascotas y para humanos. De esta forma simulan tener un mayor contenido proteico del producto, aunque lo vuelven tóxico.

En 2007 se detectó esta adulteración en alimentos de mascotas exportados desde China a EE. UU.. Al año siguiente se detectó en China la misma alteración en productos lácteos para bebés. Se detectó esta adulteración en leche, helados, yogures y masa para pizzas.

5.- En ciertas poblaciones de EE.UU. el porcentaje sube a 90% con tolerancia del ±1%.

6.- Entiéndase como una alusión al benceno.

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Premoniciones Famosas

Hace unos días  JL exponía en un videoprograma la posibilidad de ver el futuro. Hoy, en este post, quisiera mostrar que existen cientos de premoniciones, sueños, visiones… sobre futuros acontecimientos que han pasado a la historia por su exactitud y, como a modo de advertencia, sus vaticinios se cumplieron con bastante precisión. De entre ellas son especialmente famosas aquellas que tienen que ver con diferentes catástrofes que acabaron cobrándose las vidas de decenas o cientos de personas. Me gustaría hacer una modesta recopilación de aquellas que pasaron a la historia como ejemplo de que, tal vez y de alguna manera alguien, en algún momento, pueda ver o intuir un acontecimiento futuro.

 

EL TITANIC:

 

En 1898, catorce años antes de la fatídica noche del hundimiento del transatlántico más famoso de todos los tiempos, se publica una obra literaria titulada “Futilidad”, escrita por el autor estadounidense Morgan Robertson. Esta novela corta, relata el naufragio del “ transatlántico más grande construido por el hombre”, el “Titán”. Este imaginario buque impacta contra un iceberg y se hunde en una noche de abril llevándose consigo la vida de la mayoría de sus pasajeros al no contar con el numero suficiente de botes salvavidas. Las coincidencias no terminan ahí pues Morgan Robertson parece que detalla, casi a la perfección, datos técnicos que se asemejan de manera sorprendente a los del “Titanic” real. El “Titán” se hunde una noche de abril, el Titanic se hundió el 10 de abril de 1912; el Titán comienza su viaje desde el puerto de Southampton, el Titanic zarpó desde la misma localidad inglesa (Southampton); el Titán pesaba 70.000 toneladas, el Titanic 60.000; la eslora del Titán era de 800 pies, la del Titanic era de 882.5 pies; la velocidad que podía alcanzar el Titán era de 25 nudos, la del Titanic también era, exactamente, de 25 nudos; el Titán contaba con tres hélices, las mismas que tenía el Titanic; el Titán podía transportar 3000 pasajeros, la misma capacidad que poseía el Titanic; en la novela, el Titán llevaba a bordo 2.000 pasajeros, el Titanic transportaba 2.230; el Titán contaba con 24 botes salvavidas, el Titanic real con 20; el Titán poseía 19 compartimentos estancos, el Titanic tenia 15; el Titán era empujado por la fuerza de 3 motores, el Titanic eran también arrastrado por 3 motores; el impacto del iceberg con el Titán se produjo por el lado de estribor, al igual que sucedió en la tragedia del Titanic; por último, el Titán naufragó a 400 millas de Terranova, el Titanic real zozobró, exactamente, a 400 millas de Terranova.

 Lo más curioso o enigmático de todo el asunto es que Morgan Robertson declaró durante toda su vida que la inspiración para escribir la novela le había venido de un “colaborador astral” el cual le había revelado los detalles de la tragedia en un sueño premonitorio. Además, su novela comenzó a gestarse nueve años antes del comienzo de los trabajos de construcción del Titanic, incluso antes de su concepción como proyecto, por lo que Robertson no pudo inspirarse para escribir su obra en ninguna clase de información real, pues tampoco existía en la época ningún navío semejante.

 La obra “Futilidad” podría considerarse como una de esas misteriosas premoniciones que acabaron convirtiéndose en realidad. Además también se dice que muchas de las personas que estaban a punto de embarcar en el famoso viaje inaugural del mítico transatlántico anularon sus reservas porque habían tenido similares premoniciones catastróficas sobre que el viaje del Titanic acabaría en tragedia.

 

 titanic

 

EL VUELO DC-10 DE AMERICAN AIRLINES

 

En mayo de 1979, David Booth, un oficinista de Cincinnati (Ohio), es atormentado por una pesadilla en la que presencia una catástrofe aérea en un aeropuerto del país. Ve, durante varias noches, como un gran jet con los colores de la bandera de Estados Unidos levanta el vuelo de manera extraña y, como consecuencia de ello, se inclina súbitamente de costado y se estrella contra la pista dejando una gran explosión de fuego y humo.

El sueño, que se repite durante varias noches, le va revelando a Booth más detalles sobre la catástrofe, de tal manera que David acaba acudiendo a un psiquiatra y presentándose en el aeropuerto de Cincinnati para advertir del desastre.

A pesar de lo disparatado de la situación,  los técnicos del aeropuerto toman en serio el aviso de Booth y tratan sin éxito de adivinar, según los detalles que proporciona, de que aeropuerto se trata. Además de eso, la compañía American Airlines refuerza sus medidas de seguridad en sus grandes aviones y llevan, en algunos casos, pormenorizadas revisiones de mantenimiento.

 Todo ello no fue suficiente; el 26 de mayo de 1979, el vuelo DC-10 de American Airlines se estrella súbitamente al despegar del aeropuerto de Chicago con una total coincidencia con los detalles que Booth había proporcionado como consecuencia de sus visiones. 237 personas perdieron la vida y las pesadillas de Booth se terminaron…

 

 

Momento en que el vuelo DC10 de American Airlines vira de manera brusca de costado antes de estrellarse mientras despega del aeropuerto de Chicago. Imagen cortesía de securiteaerienne.com

 

 

EL ACCIDENTE DEL R101

 

Los salones y camarotes flotantes de este lujoso dirigible de origen inglés eran como los de cualquier transatlántico. Como el Titanic, el R101 era el mayor y mas lujoso dirigible construido hasta entonces y su viaje inaugural del 4 de octubre de 1930 tenía como destino la India.

En Inglaterra, dos mujeres habían tenido un inquietante presagio sobre que el vuelo del R101 acabaría de manera trágica. Una era Emilie Hinchliffe, viuda de un piloto desaparecido en el Atlántico dos años antes; la otra, la medium Eileen Garrett quien afirmaba que el marido de la primera había mostrado su preocupación sobre el destino del R101 en algunas sesiones mediúmnicas en las que ambas mujeres participaron. Así mismo, Emilie había tenido varios sueños en los que un gran dirigible humeante caía del cielo.

Después de varios días, Emilie optó por informar de sus temores al teniente Johnston, un amigo de su marido que había participado en la construcción del R101. Aunque Johnston se mostró muy cortes con la “viuda” de su camarada, no hizo caso de sus advertencias.

Meses después, cuando ya se habían hecho patentes numerosos fallos y problemas técnicos en la aeronave, Eileen comunicó sus inquietudes al capitán Sir Sefton Brancker, director de Aviación Civil. Brancker también hizo oídos sordos a las advertencias de Eileen y aseguró que la nave volaría y que el mismo sería uno de sus pasajeros, convencido de la seguridad del R101.

Sifton Bracker, así como 46 de de los 52 tripulantes del R101 encontró la muerte cuando, a las 2.08 de la madrugada del 5 de octubre, una tormenta sorprendió al dirigible sobre los cielos de Francia y le hizo estrellarse, envuelto en llamas, en una colina cercana a París.

 

 

 

Catástrofe del dirigible R101. Imagen cortesía de euro-tongil.org

 

 

LA TRAGEDIA DE LA ESCUELA DE ABERGAN

 

El 21 de octubre de 1966, un derrumbamiento de tierra sepultó el colegio de la pequeña aldea de Abergan (Gales) que quedó sumergido bajo 500.000 toneladas de polvo de carbón.  El accidente se cobra la vida de 122 niños, entre ellos el de una pequeña llamada Eryl Mai Jones, de 10 años de edad.

 En una posterior investigación dirigida por el Dr. Juan Barker se recogió el testimonio de algunos testigos que habían afirmado que la niña había precedido la catástrofe y su propia muerte. Dos días antes del fatal derrumbamiento la niña se acerca a su madre y le dice que no tiene miedo a morir pues entonces se reunirá con Jesús, que ve todo negro en torno a ella y que pronto estará al lado de sus amigos Peter y June.

El día antes de la catástrofe Eryl Mai le cuenta de nuevo a su madre que había tenido un sueño en el que veía como la escuela había desaparecido ya que “algo negro se la había tragado”.

Hoy en día la pequeña se encuentra enterrada en el cementerio local, flanqueada, efectivamente, por las tumbas de sus amigos Peter y June.

Tragedia de la localidad de Abergan (Gales). Imagen cortesía de i.dailymail.co.uk

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Venenos. Primera parte: Disruptores endocrinos.

 

Efectivamente, el presente artículo es tan poco halagüeño como el título que lo encabeza, no obstante creo necesario volver a incidir sobre la suerte de venenos que nos rodean y como algunos de ellos nos afectan. En formato de saga, le presento el primero de ellos. Ruego, por favor, que la extensión del mismo no les impida documentarse.

Un disruptor endocrino, también llamados disruptores/interruptores hormonales (en inglés, endocrine disruptor o EDC, Endocrine Disrupting Chemicals), es una sustancia química, ajena al cuerpo humano o a la especie animal a la que afecta, alterando el equilibrio hormonal de los organismos de una especie,  generando la interrupción de uno o varios procesos fisiológicos controlados por hormonas, o de generar una respuesta de mayor o menor intensidad de lo normal.

Variados en número y estructura, pueden tener un origen natural o artificial.

Cuando de común se habla de disruptores endocrinos, se hace referencia a aquella sustancias contaminantes  que tienden a causar:

a) Infertilidad

b) Cambio de sexo1.

La principal vía de exposición humana a estas sustancias es la alimentación, especialmente por la contaminación procedente de materiales que están en contacto con alimentos, ya sea durante su procesamiento (químicos en su crecimiento o preparado) o en envases y recipientes alimentarios (tales como latas de conserva o biberones).

La relación entre respuesta y dosis no es lineal y pueden observarse diferentes modelos incluso en dosis bajas de unas pocas partes por billón. Los modelos más comunes son:

1.- Aumento acelerado: A una mayor dosis, una mayor respuesta, con variación monótona y agravamiento progresivo de los efectos.

2.- Efectos agravados para dosis muy bajas o altas.

3.- Efectos agravados para dosis intermedias.

Si tenemos en cuenta la latencia o retraso de los efectos respecto de la exposición, y los efectos acumulativos en el medio o en organismos, se deduce la dificultad de establecer un modelo único de acción y de establecer los valores límite.

Los disruptores endocrinos tienen características peculiares en su toxicidad. Dichas características son:

a) El momento de la exposición es decisivo para poder diagnosticar la gravedad del efecto y la evolución posterior. Hay efectos distintos dependiendo de la fase del desarrollo (embrión, feto, organismo perinatal o adulto). Las lesiones pueden llegar a ser irreversibles si la exposición se da en períodos con una elevada diferenciación celular2.

b) Los efectos no aparecen en el momento en que se da la exposición. En la mayoría de los casos, dichos efectos son observables en la progenie. Si la exposición ha sido de tipo embrionaria, las consecuencias no son evidentes hasta que se alcanza el estadio adulto del individuo.

c) Dadas las complejidades mencionadas anteriormente, no hay una dosis de exposición umbral que muestre un efecto tóxico del compuesto. En  caso de haberla, se trata de un nivel inferior al reconocido como límite de seguridad para otros aspectos toxicológicos.

d) Actualmente se sabe de la existencia de casos en que se produce una acción conjunta de varios disyuntores endocrinos. Es decir, se pueden experimentar efectos sinérgicos, aditivos o antagónicos3.

latas

En animales,  tras exponer embriones en desarrollo a estos contaminantes, se ha observado efectos permanentes sobre la salud  al llegar al estado adulto. Por ejemplo:

1.- Niveles anormalmente altos o bajos de ciertas hormonas en sangre. Consiguiente aparición de enfermedades hormono-dependientes: disfunciones tiroideas4, alteraciones en el crecimiento, disfunciones metabólicas congénitas.

2.- Reducción de la fertilidad (menor eficacia del apareamiento) y aumento de la esterilidad, en ocasiones acompañada de alteraciones de la conducta sexual y del sistema inmunitario.

3.- Modificación de caracteres sexuales secundarios y alteraciones anatómicas:

a) Masculinización de hembras.

b) Feminización (desmasculinización) de machos (reducción de tamaño de testículos y pene.

c) Testículos retenidos en abdomen (criptorquidia).

d) Tumores y malformaciones en órganos sexuales femeninos (trompas de Falopio, útero y cérvix) y masculinos.

e) Alteraciones óseas: pérdida de densidad y malformaciones.

(Imagen «eliminada» por los electroduendes)

A esto se ha de añadir que:

Los efectos de estas sustancias son diferentes al actuar sobre el embrión, el feto, el recién nacido o el adulto.

Los efectos son mayores en recién nacidos e individuos jóvenes que en adultos.

Si la exposición se produce sobre individuos jóvenes, los efectos a largo plazo son mayores, aunque pueden demorar su aparición hasta la madurez.

Por otro lado, ahora – que no antes – se empiezan a vincular varias enfermedades posiblemente originadas  por la presencia en el ambiente de sustancias con capacidad de alterar los equilibrios hormonales, aunque – por el el momento – falta establecer el mecanismo concreto que explica estos cambios.

Vistos en humanos, han sido, los siguientes efectos:

1.- Deterioro de la salud reproductiva humana.

a) Drástica disminución del recuento espermático en países desarrollados, hasta del 50%.

b) Mayor incidencia de criptorquidias, hipospadias y otras alteraciones en el desarrollo del aparato genitourinario.

c) Aumento de alteraciones del desarrollo sexual (menarquia precoz en niñas5, ginecomastia6) y de enfermedades hormono-dependientes como la endometriosis7.

d) Aumento de la incidencia de tumores en órganos sexuales: mama, útero y ovarios; próstata y testículos.

2.- Mayor incidencia de abortos, bajo peso al nacer y malformaciones congénitas.

3.- Problemas en el desarrollo del sistema nervioso central. Problemas de concentración y aprendizaje.

4.- Alteración de los niveles de hormonas tiroideas y sexuales.

Algunos disruptores endocrinos famosos son:

Alquilfenoles: p-nonilfenol, octilfenol.

Bisfenol – A, del que próximamente les hablaré.

Ftalatos

Estireno

DDT (diclorodifeniltricloroetano), insecticida.

Dioxinas (PCDDs) y furanos

Disolventes: 1,2,4-triclorobenceno, percloroetileno, octacloroestireno

PBDE (Polibromodifeniléteres)

PBB (Polibromuros de bifenilo)

PCBs (policloruros de bifenilo), lubricantes y refrigerantes industriales8.

Resorcinol. Antiséptico dermal para cerca del 80% de colorantes y fármacos.

Tributilestaño

Entre otros.

Continuará…

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1.- Bien es cierto que en humanos maduros  no tienen un efecto tan radical como en peces e invertebrados, pero sí que afectan a la fertilidad, al sexo del embrión (nacer sólo niñas, verbigracia) y pueden provocar pequeñas deformaciones como genitales ambiguos o testículos invaginados que no bajan al escroto.

2.- Organogénesis.

3.- Olmos Ruíz, Begoña T. (2005). Exposición medioambiental a xenoestrógenos y riesgo de criptorquídia e hipospadias. Editorial de la Universidad de Granada.

4.- Tan de moda en nuestros días. ¿Qué hay más ordinario que una operación de tiroides?

5.- Menstruaciones precoces. En caso extremo disminorreas (las tan comunes «menstruaciones dolorosas», que de común no tienen nada).

6.- Engrandecimiento patológico de una o ambas glándulas mamarias en el hombre.

7.- Crecimiento anómalo del tejido endometrial (endometrio) fuera del útero. Una enfermedad, dicho sea, bastante rara hasta hace poco.

8.- Por poner algunos ejemplos ilustrativos:

En 1933, se vieron los efectos sobre la salud de la exposición de los trabajadores que manipulaban estas sustancias en su planta de Alabama.

En 1935, Monsanto compró la compañía y se encargó de la producción en Estados Unidos y de la licencia internacional sobre el proceso de fabricación. General Electric (GE) fue una de las últimas compañías estadounidenses en incorporar a los PCBs en su producción.

Entre 1952 y 1977, la planta de GE en Nueva York había vertido más de 230,000 kilogramos de residuos de PCB al río Hudson. Los PCBs fueron los primeros compuestos descubiertos en el medioambiente  que estaban más  alejados de su fuente de emisión, descubrimiento realizado por científicos suecos que estudiaban el DDT.  Los efectos de una exposición aguda al los PCBs eran bien conocidos por las compañías que siguieron los procesos de fabricación de Monsanto, pues vieron los efectos en sus propios trabajadores que habían estado regularmente en contacto con el producto. El contacto directo con la piel produce una severa reacción similar al acné, llamada cloracné.  La exposición aumenta el riesgo de cáncer de piel,  cáncer de hígado, y cáncer de cerebro. Mientras se demoniza el tabaco (que ya les digo que tampoco es bueno). A este punto, Monsanto intentó durante años minimizar los efectos nocivos sobre la salud de la exposición a los PCBs para poder continuar con las ventas. Los efectos perjudiciales sobre la salud humana debido a la exposición a PCBs se hacen innegables después de dos incidentes separados en los que aceite de cocinar contaminado envenenó a miles de residentes en Japón y Taiwán, lo que condujo a una prohibición internacional del uso de PCBs en 1977.

Mientras, en España padecíamos el síndrome tóxico que se achacó al aceite desnaturalizado de colza, cuando en realidad aquella epidemia estaba producida por los femanifos de los pesticidas nematicidas organofosforados de la casa Nemacur con los que se trataban los tomates. Por aquel entonces el que fuera ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, Jesús Sancho Rof, merecedor de un escarmiento público como poco, tranquiliza a la población, vía televisiva, diciendo: «El mal lo causa un bichito. Es tan pequeño, que si se cae de la mesa, se mata».  A día de hoy, si se quiere optar a la indemnización se ha de obviar que nos envenenasen con pesticidas, a la vez que se ha de cargar contra el aceite de colza.

Recientes estudios* demuestran la interferencia sobre el sistema endocrino de ciertos compuestos pertenecientes a los PCBs que son tóxicos para el hígado y la glándula tiroides, incrementa la obesidad infantil en niños expuestos antes de su nacimiento, y pueden aumentar el riesgo de padecer diabetes. Por lo que quizás tampoco la culpa sea de los «malignos» – y entiéndase bien – bollos. Si un niño tiene más tetas que su madre, a parte de esto tiene un problema hormonal.

* Por ejemplo:

Kodavanti P. (2006). «Neurotoxicity of Persistent Organic Pollutants: Possible Mode(s) of Action and Further Considerations». Dose Response 3 (3): pp. 273–305. doi:10.2203/dose-response.003.03.002. PMID 18648619.

Mullerova D, Kopecky J, Matejkova D, Muller L, Rosmus J, Racek J, Sefrna F, Opatrna S, Kuda O, Matejovic M (December 2008). «Negative association between plasma levels of adiponectin and polychlorinated biphenyl 153 in obese women under non-energy-restrictive regime». Int J Obes (Lond) 32 (12): pp. 1875–8. doi:10.1038/ijo.2008.169. PMID 18825156.

«Polychlorinated biphenyls and terphenyls (EHC 2, 1976)». International Programme on Chemical Safety. Consultado el 14-03-2009.

Uemura H, Arisawa K, Hiyoshi M, Satoh H, Sumiyoshi Y, Morinaga K, Kodama K, Suzuki T, Nagai M, Suzuki T (September 2008). «Associations of environmental exposure to dioxins with prevalent diabetes among general inhabitants in Japan». Environ. Res. 108 (1): pp. 63–8. doi:10.1016/j.envres.2008.06.002. PMID 18649880.

Verhulst SL, Nelen V, Hond ED, Koppen G, Beunckens C, Vael C, Schoeters G, Desager K (January 2009). «Intrauterine exposure to environmental pollutants and body mass index during the first 3 years of life». Environ. Health Perspect. 117 (1): pp. 122–6. doi:10.1289/ehp.0800003. PMID 19165398.

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¿Una mujer al frente de la Iglesia Católica? La Leyenda de la Papisa Juana

Ya que el tema del Papado (por razones obvias) es la moda del momento y que yo mismo he abordado en un par de artículos anteriores haciendo publicas mis sospechas sobre que ocurrió en realidad con Benedicto XVI y la figura del nuevo Sumo Pontífice (con la que no pretendía molestar a nadie, solo expresar mi personal punto de vista empujado por las fuentes consultadas que me llevaron a concluir que todo había sido un premeditado golpe de estado dentro de los muros vaticanos movido por el interés en mantener el statu quo dentro de la banca vaticana) hoy he decidió escribir este articulo sobre una figura que se mueve en medio de la historia y la leyenda. Se trata de la conocida como Papisa Juana, una figura que, según la tradición, capitaneó los designios de la Iglesia Católica en el siglo IX.

 

Según la leyenda, mas o menos a partir del año 1000, la Iglesia habría llevado a cabo (durante 5 siglos) una oscura ceremonia dentro de los muros del palacio de Letrán. Todos aquellos que iban a ser nombrados como nuevo Papa, eran obligados a tomar asiento en una especie de trono perforado por el que un diacono tenía como oficio (o como hobby,  quién sabe) verificar palpando, la presencia de los atributos masculinos del candidato. La Iglesia ha negado la existencia de esta ceremonia, pero testimonios como los de Adam de Usk o Jacobo de Angelo confirman la existencia de tal ritual, así como también lo confirma un raro ejemplar de este polémico trono que se guarda en el museo de Louvre de París.

 

 

¿Reminiscencia de un antiguo ceremonial para confirmar la masculinidad del Sumo Pontífice? Imagen cortesía de ferelcoyote.files.wordpress.com

 

¿Tal vez la Iglesia instauró este ceremonial debido a que una mujer habría sorteado las restricciones de genero que la propia institución se había autoimpuesto? Para comprender mejor los detalles necesitamos conocer quien fue esta enigmática figura femenina que, supuestamente, un día se sentó en el mismísimo trono de Pedro en Roma.

 

Juana‘ nació en el año 822 en Ingelheim, cerca de Maguncia (Alemania). Se caracterizaba por ser una joven muy inteligente y ávida de conocimientos, que se decide a viajar a Atenas con el interés en instruirse y aumentar sus sapiencias. Juana tuvo la poca fortuna de vivir en una época en la que la cultura era patrimonio exclusivo de la Iglesia y del genero masculino por lo que, para realizar sus estudios, se hace pasar por un joven copista tomando el nombre de «Juan el Inglés«.

 Este subterfugio le permite visitar y viajar por las mas importantes abadías, entre ellas la famosa Saint-Germain-des-Prés (Francia). Cuando vuelve a Roma en torno al 850, “Juan el Inglés” es por aquel entonces considerado como un joven erudito, piadoso y, sobre todo, tocado por la gracia de la belleza.

 La Curia lo nombra Cardenal y el Papa de por entonces, León IV, le da poderes para negociar en los asuntos internacionales de la Santa Sede. Cuando León IV fallece en el 855, inmediatamente se piensa en “Juan” como su sucesor. Nadie conoce, por supuesto, su verdadera identidad y Juana accede al trono pontificio con el nombre de Juan VIII “el Angelical”, (aunque algunos le atribuyen el sobrenombre de Benedicto III).

 Juan VIII desempeña su  cargo con gran destreza y dedicación hasta abril de 858. Durante una fiesta de Rogativas, se desploma repentinamente en plena calle y, ante la atónita vista del gentío presente, da a luz un niño (supuestamente fruto de sus escarceos carnales con el embajador Lamberto de Sajonia) y muere en las horas siguientes al parto; fruto de una lapidación a la que la sometió una muchedumbre iracunda o como consecuencia del alumbramiento. El escándalo entre los fieles a la Iglesia es mayúsculo y la Papisa es enterrada a escondidas en un lugar secreto no consagrado. Se dice que este lugar pudiera estar ubicado en una estrecha callejuela entre El Coliseo y la Iglesia de San Clemente.

Miniatura realizada para el «Decamerón» de Boccacio (Siglo XV) donde se muestra a la Papisa dando a luz en plena procesión. Imagen cortesía de sobreleyendas.com

El dominico Martin de Troppau es quien nos relata la historia de la Papisa en un libro del siglo XIII titulado “Chronicon pontificum et imperatorum” (Crónica de Papas y emperadores). Algunos años antes es otro dominico, Esteban de Borbón, quien da testimonio del Papado de una mujer, aunque este lo sitúa en torno al 1100. Y no los solo estos dos sacerdotes dominicos atestiguan de este acontecimiento, otras fuentes anónimas anteriores proclaman la existencia de Juana y su pontificado. El propio Papa León IX remitiría una carta fechada a mediados del siglo XI al Patriarca de Constantinopla en la que se nombra a “una mujer que ocupó del trono de los pontífices de Roma”.

 A principios del siglo XV la existencia de la Papisa es ampliamente aceptada por la Iglesia dando fe de la historia de la misma, por lo que se intuye que no fue un bulo creado para desprestigiar a la Santa Sede por parte de alguno de sus detractores. Bien por el contrario, no sería hasta el año 1562 cuando Onofrio Panvinio, un monje agustino, puso en tela de juicio la existencia del personaje de Juana en su obra “Vitae Pontificum” (Vida de los Papas) a quien mas tarde se le uniría también el protestante David Blondel en 1647.

 Sus argumentos se basaban en la inviabilidad de la historia de la Papisa pues no podían concebir que una mujer lograse disimular su sexo durante largos años solo por el hecho de haber adoptado un nombre falso y vestirse con ropajes masculinos. Esto chocaría con la propia historia de la Iglesia Católica (que había admitido la existencia de Juana) así como los casos de las beatas Hildergarda, Eufrasia y Eugenia que parecen haber convivido con monjes hasta el momento de su muerte disfrazándose con atuendos masculinos.

 Por otro lado, parece poco plausible que pueda haber existido un papado entre el de León IV y Benedicto III. León IV murió el 17 de julio de 855 y Benedicto III fue coronado tan pronto como aquel falleció. Aunque esto abriría la puerta a pensar que, tal vez, la figura de la Papisa correspondiese con la figura de Benedicto III, ya que su existencia no se menciona en el más antiguo ejemplar del “Liber pontificalis”. Benedicto III era un personaje de gran belleza física y, según los cronistas, con una profunda aversión por aparecer en publico. A parte de estos escuetos adjetivos, poco se sabe de la figura de este Papa, salvo que murió súbitamente el 17 de abril de 858 victima de un antipapa (Anastasio) y que en realidad fue enterrado fuera de la Basílica de San Pedro según su propia voluntad pues “no era digno de estar junto a los santos”. Todos los hechos de la vida de Benedicto podrían encajar a la perfección con los detalles de la existencia de Juana, aunque algunas fuentes presentan a Benedicto III como un hombre mayor, con una poblaba barba y que, supuestamente, sus restos sí reposan entre los demás pontífices en la Iglesia de San Pedro de Roma.

¿Acaso la Iglesia habría rebautizado a Juan VIII como Benedicto III y habría creado esta falsa personalidad para ocultar el verdadero sexo de este pontífice?

 

De hecho, se dice que el origen de la leyenda sobre un Papa mujer viene por el verdadero Juan VIII, coronado como Papa en el 872. Parece que a este pontífice se le atribuyó el sobrenombre de “la Papisa” por su carácter débil frente a los sarracenos, así como por sus gestos amanerados que quizás guardaban una tendencia homosexual del mismo. ¿Acaso sería este el fruto que llevó a pensar a muchos cronistas posteriores que la figura del verdadero Juan VIII era en realidad el de una mujer? No podríamos lanzar una respuesta y, actualmente, la historia de la supuesta mujer al frente de la Iglesia Católica continua siendo, al menos de manera oficial, una simple leyenda…

¿Existio realmente la Papisa Juana? Imagen cortesía de ronaldodeynigo.blogspot.com