Alto Secreto, Misterios, Nada es lo Que Parece, Minientrada
Otro Oportuno Suicidio y Asesinato
Phillip Marshall era ex-piloto del la CIA y de la DEA e investigador particular de los ataques a las torres gemelas y el pentágono el 11 de Septiembre de 2001, asimismo, escribió un intrigante libro en el que vinculaba la administración Bush con los atentados; ha aparecido en su casa «suicidado» después de (presuntamente) matar a sus dos hijos de 17 y 14 años respectivamente así como a su perro.
Marshall, quién había manifestado tiempo atrás preocupación por su propia seguridad por los datos que estaba obteniendo, aseguró públicamente en alguna entrevista.
-..Piense en esta idea, La versión oficial sobre un fantasma (Osama Bin Laden) en una cueva al otro lado del mundo derrotando a todo nuestro aparato militar dentro del propio territorio de los Estados Unidos. Es sencillamente ridícula…-
Del Mismo modo, Marshall afirmaba:
-..La verdadera razón del ataque, se debe a la inacción eventual de nuestro sistema de defensa y una operación coordinada de formación en la que se entrenaron a secuestradores para volar grandes aviones comerciales, dispongo de docenas de informes del FBI que prueban este entrenamiento efectuado en California 18 meses antes del ataque..-
y desde MD nos preguntamos ¿donde están esos informes ahora?…
¿por qué asesina a sus hijos? no existe causa aparente… incluso asesina al perro ¿por qué?…
¿quién se beneficia con su muerte?
¿había Marshall obtenido alguna información confidencial secreta?
el escenario es propicio para pensar que ha sido un acto de un sicópata que decide asesinar sin razón aparente a dos menores y luego suicidarse… ¿puede ser esta una fácil versión oficial?…
No lo sabemos, dejaremos todo esto en «stand-by», lo cierto es que parece obedecer a una operación de castigo efectuada por algún comando (Black-Op) que se vio obligado incluso a asesinar al perro al intentar este defender a Phillip y a sus hijos..
Desde luego, si esta hipótesis es cierta, ha conseguido múltiples objetivos, entre ellos silenciar a posibles investigadores futuros, una clara advertencia, o por lo menos, que se piensen dos veces investigar tan turbio suceso como fue el 11 de Septiembre de 2001.
